Begoña y otros alumnos de Fisioterapia de la ONCE se forman en el Hospital de Parapléjicos

Parapléjicos prácticas ONCE

Sara Santos Beato
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Un grupo de alumnos de la Escuela Universitaria de Fisioterapia de la ONCE ha iniciado sus prácticas en el Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo. Con estas prácticas se forman con pacientes reales y, además, se convierten en una referencia para muchas personas con discapacidad sobrevenida que están en el centro.

Estas prácticas en el Hospital Nacional de Parapléjicos, centro de referencia estatal en lesión medular, son un beneficio suplementario para los pacientes con discapacidad física grave que, además de recibir una atención especializada y profesional por parte de estos ocho alumnos de la Escuela Universitaria de Fisioterapia de la ONCE, se sienten estimulados al ver cómo trabajan personas con discapacidad visual que, con su trabajo, rompen todas las barreras, ha informado el centro sanitario en nota de prensa.

Los ochos estudiantes de la Escuela Universitaria de Fisioterapia de la ONCE, adscrita a la Universidad Autónoma de Madrid, que son personas ciegas o con una discapacidad visual grave, realizarán las prácticas hasta el 8 de febrero. Estos alumnos son originarios de Madrid, Cataluña, Andalucía (tres alumnos), Extremadura, Galicia y Región de Murcia.

La experiencia de Begoña

Begoña es una de las alumnas de la ONCE y, como todos los días, acude cada mañana al gimnasio del Hospital de Parapléjicos. Lo hace acompañada de su inseparable perra, Ora, y de Alfredo, su tutor estos días. En el centro espera José Antonio, uno de sus pacientes.

Begoña estudia tercero de Fisioterapia en la escuela que la ONCE tiene en Madrid. Este es su año de prácticas y la experiencia en en este hospital es muy buena. Se lleva bastante bien con sus pacientes y se trabaja en un clima muy bueno.

Lo mismo opina su tutor. Insiste en que se trabaja igual con alumnos ciegos que con los que no lo son ya que, asegura, "no hay ninguna diferencia".

Y el paciente afirma que todo va "estupendamente" y que "lo que cuenta es su profesionalidad".

Profesionalidad no les falta y para ser un buen fisioterapeuta no es necesaria la vista. Eso lo sabe Francisco Manuel, otro de los alumnos en prácticas.

Además, muchos de los pacientes ven a estos alumnos como una referencia a la hora de romper barreras.

La experiencia es tan positiva que estas prácticas de los alumnos de la Escuela de Fisioterapia de la ONCE se llevan realizando en el Hospital de Parapléjicos durante 33 años.

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