Investigadores de la UCLM diseñan un aparato que constata que un GIF contamina más que una palabra

Susana Palomo Gómez
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Un GIF contamina más que una palabra. Es una de las conclusiones probadas por un proyecto de investigación de la Escuela de Informática de Ciudad Real. Han diseñado un dispositivo capaz de medir el impacto que el uso del software en ordenadores, móviles y aplicaciones tiene en el medio ambiente.

Un equipo de investigadores de la UCLM lleva cuatro años trabajando en el diseño de un aparato con el que han podido detectar que usar muchos emoticonos o un GIF en lugar de palabras contamina más. El dispositivo es único en el mundo y es capaz de hacer mediciones sobre el impacto medioambiental de los diferentes elementos que usamos para comunicarnos.

Más gasto, más contaminación

A más gasto energético, más contaminación. Así, los vídeos o las fotos contaminan más, por gastar más energía, que las palabras.

El objetivo de estos investigadores es no sólo que la ciudadanía tome conciencia de este tipo de contaminación, sino que las empresas, gracias a estos datos reales, no simulados, apuesten por software menos contaminantes.

El siguiente paso es dar el salto al mercado para que las compañías desarrollen componentes que tengan menos impacto medioambiental, como ya sucede con los electrodomésticos. Para ello, el aparato desarrollado por investigadores de la Universidad de Castilla-la Mancha es imprescindible.

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