Las consecuencias de la aparición del siluro en el embalse de Alarcón

siluro

Susana Palomo Gómez
Seguir al autor

Revuelo entre los pescadores de Cuenca tras la aparición en el embalse de Alarcón de varios ejemplares de una especie exótica y muy voraz: el siluro. Puede ocasionar importantes restricciones en la práctica de esta modalidad deportiva en este embalse.

Entre las restricciones:

1.  el uso de cebo natural

2. la pesca desde embarcación

3. la pesca y la nocturna.

Medidas que podrían aplicarse a finales de enero y que los pescadores no entienden, si de lo que se trata, es evitar la propagación de una especie ajena a nuestras aguas.

Francisco Javier Díaz, Delegado Federación de Pesca Cuenca, asegura que existen comunidades como Aragón o  Extremadura en las que se está utilizando la pesca como herramienta para controlar las poblaciones de este pez invasor. Por eso, piden que esta misma medida se aplique en nuestra región.

La administración señala, por su parte,  que es lo que marca el protocololo nacional y que así se evita la suelta de más ejemplares. Aún así volverán a repetir las analíticas en las aguas del embalse y, una vez resueltas las alegaciones, intentarán ser flexibles. Dos de las tres analíticas que ha realizado en el pantano han confirmado la presencia de ADN de siluro en sus aguas.

Joaquín Cuadrado, Director de la Consejería Agricultura, en declaraciones a Castilla-La Mancha Media ha afirmado que tienen que buscar alguna solución porque la prohibición de la pesca en embarcación es demasiado limitante para los pescadores de la zona.

Porque la pesca es una actividad importante en los pueblos ribereños. "Supone un motor socio-económico en auge" que creen desde la Federación conquense de pesca que se puede venior abajo con las restricciones aplicadas por el siluro.

En la cuenca del Ebro el siluro ha acabado con las poblaciones de barbo

El siluro fue declarada especie exótica invasiva en Castilla-La Mancha en 2009. Es el  pez de aguas continentales más grande de Europa, un predador voraz y agresivo que se alimenta de peces y cangrejos, aunque también de ranas, roedores y aves acuáticas. Es una amenaza para las especies autóctonas,  pero también para la calidad de las aguas en las que habita. Además prolifera fácilmente porque sus hembras ponen entorno a 30.000 huevos por cada kilogramo de peso.

La consejería de Agricultura tiene un tríptico informativo para conocer las características y recomendaciones de este invasor que puede llegar a vivir 15 años y medir dos metros y medio.

Temas

¿Desea recibir alertas con las últimas noticias?

not_supported_text.placeholder