182 yihadistas detenidos en España desde junio de 2015

Elena Labrado Calera
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El último yihadista detenido tiene 26 años, es de nacionalidad marroquí y ha sido localizado en San Sebastián, donde llegó después de haber pasado por nuestra región y Cataluña. La peligrosidad e importancia del detenido dentro de la estructura de DAESH quedó acreditada tras establecerse su conexión con un tercer miembro de la célula, arrestado el pasado 20 de noviembre de 2016 en Estrasburgo por las autoridades francesas.

La Policía le encontró en un caserón de Donosti. Una ONG vasca le había ayudado a conseguir los papeles para que viviera del boxeo y la fontanería. Era un joven en riesgo de exclusión social. Pero tras el arresto, salía también de la casa parte de la información que recopiló, con intención de volver a atentar en Francia.

Como él se han detenido a 182 yihadistas desde junio de 2015. Fecha en la que se elevó a Alto el nivel de Alerta Antiterrorista. El origen de estar a un punto del peligro máximo hay que buscarlo en los atentados de Túnez, en una fábrica química cercana a Lyon, en Kuwait y en Somalia. Fueron los detonantes. Y desde entonces el cerco se estrecha, sobre todo, en España, dónde se producen la mayoría de las detenciones. Barcelona en primer lugar, seguido de Madrid y del barrio del Príncipe en Ceuta.

Desde el cruento atentado de Madrid en el año 2004, el goteo de detenciones no ha parado. 676. En lo que llevamos de año, en solo 17 días, 5, y 4 operaciones policiales.

No solo eso, gracias a la forma legislativa de 2015, que introdujo nuevos tipos penales como el autoadoctrinamiento con fines terroristas, los tribunales han incrementado exponencialmente su efectividad. Así, el número de sentencias condenatorias dictadas por la Audiencia Nacional en 2016 se han triplicado respecto a 2015.

En el nivel 4 antiterrorista, en el que se encuentra España actualmente, se refuerzan los dispositivos de seguridad en la vigilancia de objetivos susceptibles e infraestructuras críticas. Supone una mayor presencia policial en las calles y un aumento de la vigilancia en lugares probables de atentado.

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