Federico Trillo dimite

federico trillo

Isaías Blázquez
Seguir al autor

Ha convocado una rueda de prensa urgente para anunciarlo. Federico Trillo dimite como embajador en Londres, nueve días después de que el Consejo de Estado responsabilizara al Ministerio de Defensa del accidente en el que murieron 62 militares españoles, cuatro de ellos vinculados a Castilla-La Mancha, a bordo del Yak-42.

Lo hace Trillo unas horas después de que Mariano Rajoy, presidente del Gobierno, haya apoyado a la actual ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal, que hace unos días asumió el informe del Consejo de Estado.

Poco después de hacerse público el informe, el Gobierno anunciaba que el exministro de Defensa, Federico Trillo dejaría su cargo de embajador en Londres, junto a otros 72 diplomáticos. Sin embargo desde el Ejecutivo, aseguraban que la ésta no era la causa había motivado la decisión, sino que era un movimiento necesario tras estar 10 meses en funciones. Trillo que es letrado del propio Consejo de Estado, solicitaba volver a su puesto.

Las reacciones no se hicieron esperar desde los partidos políticos que pidieron su dimisión, desde los portavoces de los familiares e incluso desde el posterior ministro de Defensa, José Bono. En declaraciones en exclusiva a CMM Bono aseguró que faltaba "pedir perdón a las víctimas" y, en su opinión, quedaba claro que "el accidente podría haberse evitado".

El accidente

Fue y sigue siendo la peor tragedia sufrida por el Ejército español en tiempos de paz. Era la madrugada del lunes 26 de mayo de 2003 cuando el avión, un Yak-42 ucraniano, se estrelló en Turquía. Transportaba de vuelta a casa a 62 militares españoles tras cumplir cuatro meses de misión humanitaria en Afganistán. No hubo supervivientes. El aparato colisionó cuando el piloto intentaba realizar una maniobra de aterrizaje para repostar, después de dos aproximaciones fallidas. El mal tiempo y un error de la tripulación se apuntaron como posibles errores.

Después, las denuncias de las familias acerca del mal estado de ésta y otras aeronaves utilizadas por el Ejército español recrudecieron la polémica. Los 62 militares fallecidos fueron homenajeados en un sentido funeral de Estado celebrado en la base aérea de Torrejón.

Identificaciones de los cuerpos

Al dolor por la pérdida de sus hijos, hermanos, maridos y padres, 30 familias sumaron además la indignación por la falsa identificación de los cuerpos, que consideró probada la Audiencia Nacional. “Les maltrataron y ultrajaron. Nosotros no merecíamos este trato pero mucho menos los militares muertos”, aseguraba el padre del sargento Cardona, quien achaca a la prisa por la celebración del funeral de Estado la “catastrófica identificación que realizaron”. “Ni siquiera eran médicos forenses”, denunciaba.

¿Desea recibir alertas con las últimas noticias?

not_supported_text.placeholder