Los antecedentes y actores del conflicto catalán

Susana Palomo Gómez
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Cataluña, 2003. Habían empezado a reivindicarse competencias para la comunidad cuando llega el tripartito al gobierno.

La reforma del Estatut sale con éxito del Parlament pero el PSOE lo reforma para hacerlo compatible con la Constitución. Esquerra no admite rebajas en el texto. Así que sale adelante sin sus votos.

El Partido Popular llega a recoger cuatro millones de firmas para que toda España pueda votarlo. Finalmente lo hace solo el electorado catalán, con el 74% de síes.

El PP inicia un largo proceso judicial con el que consigue tumbar 14 de los artículos mientras el sentimiento nacionalista va cobrando fuerza y empieza a exhibirse. Esta fue la primera gran marcha soberanista (10 julio 2010).

El tripartito -reeditado con Montilla al frente- se acaba rompiendo y la llegada de Artur Mas polariza las reformas. Con su mayoría absoluta Rajoy ya NO necesita a CiU para gobernar. Y empieza a hablarse de financiación deficitaria a comunidades como la catalana, una de las que más aporta y menos recibe.

Tras una Diada multitudinaria, Mas exige reformas fiscales y de financiación, pero se le niegan.

Vuelven a adelantarse los comicios y los independentistas ganan fuerza en el Parlament.

Se suceden reformas legislativas catalanas, movimientos judiciales y actos cívicos .CiU pacta con el antiguo tripartito una resolución a favor del derecho a decidir que no supera el Constitucional, como tampoco lo hace la Ley de Consulta. Se reduce así a una "consulta ciudadana", celebrada el 9 de noviembre de 2014. Un ensayo del plebiscito de este domingo.

Siete años de escalada independentista

Y si hay unos protagonistas en el conflicto catalán son el presidente del gobierno Mariano Rajoy, y también los presidentes de la Generalitat Artur Mas y Carles Puigdemont. En 2010 y 2011 el PP y Convergencia regresaron a los respectivos gobierno de España y Cataluña, pero no fue hasta 2012 cuando empezó el enfrentamiento institucional directo

Llegaron al poder casi a la vez. Artur Mas, en 2010, devolviendo a Convergencia al gobierno catalán. Rajoy, de forma similar en 2011, tras 7 años de gobierno socialista.  También en aquellas fechas llegó el considerado gran detonante: la suspensión por parte del Constitucional del nuevo Estatut de Cataluña. Hasta 2012 Mas no quería la independencia de Cataluña, el cambio vino tras un Congreso de Convergencia y otras elecciones autonómicas, que derivaron en la convocatoria del famosos 9N de 2014. Aunque aquel referéndum se convirtó en una consulta ciudadana organizada por voluntarios. Ganó el sí de goleada, pero con tan solo un 35% de participación, por lo que Mas convocó otras elecciones, las terceras en cinco años. Las planteó como plebiscitarias, presentándose conjuntamente con Esquerra. El plan era: si ganan los independentistas en 18 meses Cataluña se desconectaría de España. Entonces ganaron. Junts Pel Sí y a la CUP sumarían mayoría absoluta. Aunque los anarquistas forzaron el relevo de Artur Mas por las sombras de corrupción. Y el elegido fue: Carles Puigdemont. Aun con mayoría absoluta, el porcentaje de voto no llegó al 50%. Por lo que el nuevo plan fue caminar hacia un nuevo referéndum.  Esta vez vinculante.  Así hemos llegado hasta hoy, Puigdemont y Mas hacen campaña por el sí. Y Rajoy la hace a favor del Estado de Derecho.

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