La segunda vuelta de las presidenciales francesas al rojo vivo

Redacción CMM
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Y una fábrica en el norte de Francia en huelga ha sido el escenario de la lucha por el voto obrero entre Marine Le Pen y Emmanuel Macron.

Por sorpresa, se ha presentado Le Pen en la fábrica de Whirlpool en Amiens. Sus 290 empleados llevan en huelga un mes, porque pronto será trasladada a Polonia. Macron se reunía a puerta cerrada con una representación sindical y la candidata ultraderechista no ha dudado en dar un golpe de efecto.

"Que Macron viniera aquí y no se reuniera con los huelguistas, es una demostración de tal desprecio que he decidido dejar una reunión de campaña en París y venir a veros", ha afirmado Le Pen. La candidata ultraderechista ha conseguido lo que pretendía porque, horas más tarde, cuando Emmanuel Macron, se presentaba en la fábrica era recibido con abucheos y gritos de "Marine presidente" .

No cabe duda que Le Pen va a plantar una dura batalla. La fábrica ha sido el escenario idóneo para reforzar su imagen de defensora del pueblo frente a la globalización. Emmanuel Macron advertía del peligro que suponen las propuestas de su adversaria y la salida de la Unión Europea: "si la señora Le Pen es elegida esta fábrica cerrará, como muchas otras en Francia", ha señalado Macron.

La campaña de Macron ha confirmado haber sufrido cientos de ataques de los 'hackers' rusos Pawn Storm, la misma empresa que atacó a Hillary Clinton: 'una de las características de este grupo es que tienen mucho poder tecnológico y financiero para intentar nuevos ciberataques'', destacan los analistas. Hasta ahora los piratas no han conseguido su objetivo.

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