Muere Alfie Evans, el bebé británico que fue objeto de batalla judicial

Hospital de Alfie Evans

alfieevans

Sara Santos Beato
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Ha muerto Alfie Evans, el niño británico de 23 meses de edad, que sufría una enfermedad cerebral degenerativa irreversible y cuyos padres lucharon una batalla judicial en su país para trasladarlo a Italia y que fuera tratado allí.

Thomas Evans, el padre de Alfie, ha anunciado la muerte de su hijo en la red social Facebook, con el mensaje "Mi gladiador dejó su escudo y ganó sus alas a las 02.30. Totalmente devastado... TE QUIERO MI NIÑO".

Los padres de Alfie han desafiado durante los últimos meses a la justicia británica y al hospital donde estaba internado en Liverpool, desde 2016, para conseguir que su hijo fuera trasladado a Italia, donde un hospital mostró su disposición a tratarle. Expertos médicos del Alder Hey Children's Hospital en Liverpool acordaron que era inútil tratar más a Alfie, el hospital argumentó que "los escáneres cerebrales de Alfie mostraban una degradación catastrófica de los tejidos" y consideraban "inhumano mantener un tratamiento". En consecuencia, los médicos desenchufaron al niño de las máquinas que le mantenían con vida, en contra del deseo de sus padres. Pero contra todo pronóstico, el bebé siguió respirando.

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Nacionalidad italiana para facilitar su traslado desde Reino Unido

La justicia británica determinó en febrero que esa medida era en "interés" del bebé, cuyo cerebro había quedado dañado por la enfermedad, además, había perdido la vista, el oído y el tacto y se encontraba en estado semivegetativo. El Tribunal Supremo del Reino Unido ratificó esa decisión, mientras que la Corte de Apelaciones denegó a los padres el derecho a llevarlo al hospital pediátrico de Roma, Bambino Gesù, gestionado por el Vaticano, que se ofreció a mantenerle el soporte vital.

El Gobierno italiano concedió la nacionalidad al bebé, en un intento por facilitar su traslado desde el Reino Unido, y puso a disposición de la familia un avión y un equipo médico, pero la Corte de Apelaciones británica cerró la puerta definitivamente a esa posibilidad. También, el papa Franciso, se volcó en la lucha por mantener a Alfie vivo.

Conmovido por las oraciones y la amplia solidaridad en favor del pequeño Alfie Evans, renuevo mi llamamiento para que se escuche el sufrimiento de sus padres y se cumpla su deseo de intentar nuevas posibilidades de tratamiento.

Tras conocerse la muerte del niño, el hospital Alder Hey ha transmitido en un comunicado sus condolencias a la familia "en estos momentos especialmente dolorosos". Frente al hospital han aparecido ofrendas florales, globos, juguetes y velas, acompañados de banderas de Italia y Polonia, países desde los que miles de personas se volcaron especialmente en expresar apoyo a la familia en su lucha para que el bebé continuara recibiendo soporte vital.

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