Infracciones al volante habituales que ignoramos pero nos ponen en peligro y cuestan dinero

Sara Santos Beato
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El verano es sinónimo de vacaciones, calor y multas. En esta época del año es común que los conductores caigan, sin saberlo, en una serie de infracciones muy habituales, sobre todo, por desconocimiento. Acciones como sacar el codo por la ventanilla, comer o beber mientras se está al volante, conducir con chanclas... son gestos que suponen una distracción al volante y, por ello, son motivo de multa.

"Al conductor se le imponen unas obligaciones y esas obligaciones son que tiene que estar en todo momento en perfecto estado de control del vehículo" afirma Julio Mota, oficial de la Policía Local de Toledo.

Algunas acciones, como llevar las bolsas de la compra en los asientos porque no caben en el maletero, nos resultan tan cotidianas que no sabemos que pueden suponer una infracción.

Infracciones leves

Entre las infracciones leves, que conllevan una multa de 80 euros, encontramos las mencionadas anteriormente, como conducir con chanclas, tacones o descalzo; comer o beber; sacar el brazo por la ventanilla y poner pegatinas en la matrícula.

Infracciones graves

La infracciones graves, a parte de suponer unas multas más caras, también conllevan la pérdida de puntos del carné de conducir. Tirar objetos por la ventanilla, manipular el móvil o el GPS mientras se conduce, tener instalado un detector de radar o llevar carga mal condicionada son algunas de ellas, y pueden costar 200 euros de multa.

Son cosas que nos parecen "inofensivas", explica Mota, pero "ante un accidente, una parada muy brusca, un cambio de dirección... puede volverse casi como un arma contra nosotros".

Más que por la multa, es por precaución.

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