China desafía a Estados Unidos y se agudiza la crisis comercial

Las tensiones comerciales entre dos de las grandes potencias económicas, Estados Unidos y China se agudizan según pasan las horas. Y las consecuencias comienzan ya a dejarse notar en los mercados mundiales, que han caído notablemente a lo largo y ancho de todo el mundo.

Temor a una guerra de divisas

El anuncio de Donald Trump de nuevos aranceles para productos chinos por un valor que alcanzaría los 300.000 millones de dólares tuvo una respuesta contundente por parte del gigante asiático: dejaba caer su moneda, el yuan, a niveles de 2008. Esto vendría a significar que las importaciones chinas serían más competitivas, de modo que se frenaría en parte el impacto de los aranceles anunciados por Estados Unidos.

Una medida que inmediatamente desencadenó la reacción de Washington. Aunque Donald Trump ya había sugerido que Pekín devaluaba a propósito el yuan, el Departamento del Tesoro lo ha hecho "oficial" declararando a China como país "manipulador de divisas".

China is intent on continuing to receive the hundreds of Billions of Dollars they have been taking from the U.S. with unfair trade practices and currency manipulation. So one-sided, it should have been stopped many years ago!

Pero Banco Central chino no solo lo niega, sino que ha llegado a asegurar que esta declaración puede desencadenar turbulencias financieras y alterar los mercados internacionales.

Las primeras consecuencias

Esta batalla, que amenaza con convertirse en una guerra de divisas, ya está teniendo sus efectos. La bolsa de Wall Street cerraba la sesión registrando la mayor caída del año. El sector más afectado era el tecnológico y empresas como IBM perdían más de un 4%.

Y las pérdidas se repetían, aunque en menor media en las bolsas de todo el mundo. Así, la bolsa española registraba las mayores pérdidas en 7 meses, quedando por debajo del nivel de los 8.800 puntos.

Un paso más allá de China

En este cruce de anuncios, medidas, acusaciones y respuestas, China ha dado un paso más. El Ministerio de Comercio del país asiático ha anunciado la suspensión de la compra de productos agrícolas a Estados Unidos por parte de empresas chinas.

No solo eso, sino que no descarta aplicar gravámenes a la importación de este tipo de productos adquiridos desde el 3 de agosto. Y considera la institución china que el futuro de las importaciones de Estados Unidos depende de que Washington ponga en marcha los acuerdos alcanzados en junio entre los jefes de Estado de China y EE.UU.

En cualquier caso, parece un golpe de efecto de las autoridades chinas. No hay que olvidar que buena parte de los votantes de Donald Trump viven en entornos rurales que podrían verse afectados por esta guerra comercial y que las elecciones serán dentro de apenas un año.