La NASA estudia con aviones y satélites los efectos de los incendios

Susana Palomo Gómez
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Desde el espacio,  la NASA dispone de una visión única y global del fuego. En combinación con mediciones aéreas  y gente trabajando sobre el terreno,  estudian cómo están evolucionando los incendios y cómo afecta a las comunidades de todo el mundo.

Nuestro planeta siempre ha estado marcado por el fuego. Las llamas y el humo siguen el ritmo de las estaciones. Pero a medida que el planeta se calienta, los incendios se vuelven más intensos y arden más y más.

Los incendios, en ocasiones, son necesarios para la salud de los ecosistemas.  Sin embargo, la intervención humana ha provocado que los incendios ocurran con mayor frecuencia e intensidad que en el pasado, lo que puede tener consecuencias importantes, incluso para las comunidades más lejanas porque humo viaja, a largas distancias.

Incluso las comunidades lejanas a los incendios pueden sentir sus efectos. El humo ? puede viajar largas distancias, afectando la calidad del aire y la meteorología ?. Los fuegos ? liberan mucho dióxido de carbono que contribuye al cambio climático ?. pic.twitter.com/QXYPyyKYFL

Este verano, la NASA junto con otros organismos oficiales de Estados Unidos realiza un  trabajo de campo del estudio de los incendios, en sus orígenes y dónde se sienten estos efectos. Tienen aviones que vuelan a través de las plumas de humo de los incendios para determinar sus compuestos nocivos.

Cómo afecta el humo de los incendios

El humo está compuesto de una mezcla de gases y partículas finas que se emiten cuando algo se quema, además de afectar los ojos, estos gases y partículas finas pueden ser inhalados profundamente en sus pulmones. Esto dificulta la respiración y podría agravar otras condiciones de enfermedades crónicas, tales como el asma y las enfermedades cardíacas.

El humo de incendios forestales contiene monóxido de carbono, un gas incoloro, inodoro y tóxico. Los brigadistas y bomberos que trabajan cerca de estos incendios, corren mayor riesgo de estar expuestos a altas dosis de monóxido de carbono.

La Universidad Estatal de Carolina del Norte en los Estados Unidos dirigió el primer estudio que analiza a largo plazo los efectos que el humo de los incendios forestales tiene sobre la calidad del aire. En su estudio se dieron cuenta que a medida que la cantidad de incendios aumenta y la superficie quemada es más importante, la exposición a partículas y gases asociados con el humo de incendios forestales que llega a las ciudades puede llevar a las personas a ser hospitalizadas con problemas respiratorios y hasta cardíacos.

Además los investigadores encontraron que las concentraciones de ozono eran, en promedio, más de un 11% más altas en los días en que se veían las plumas de humo que en los días claros.

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