¿Y después del Open Arms?: la política migratoria de la UE en entredicho

Open Arms

Redacción CMM
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España acogerá a 15 de los inmigrantes del Open Arms. También lo harán, Francia, Alemania, Luxemburgo, Rumanía y Portugal,  según ha informado la Comisión Europea (CE). Los cinco países enviarán a Italia equipos para llevar a cabo el registro y entrevistas de los inmigrantes. Entre los aspectos que se verifican en estos casos figura si tienen familia en algún país de la UE o han solicitado el asilo con anterioridad.

Los 83 migrantes del "Open Arms" desembarcados en el puerto italiano de Lampedusa se encuentran en un centro de acogida en la isla después de haber pasado revisiones médicas en el mismo muelle, nada más desembarcar, tras 19 días a bordo del barco humanitario español y en virtud de una orden de la Fiscalía de Agrigento (Sicilia) que ordenó la incautación de la nave y el desembarco inmediato de los rescatados.

Deficiencias de la política migratoria de la UE

La crisis del Open Arms ha puesto en evidencia las deficiencias de la política migratoria de la Unión Europea (UE). Se cuestiona la capacidad de la UE para actuar en situaciones de emergencia: falta un protocolo de desembarco seguro y el convenio de Dublín para el reparto de refugiados ha sido criticado por insuficiente. La pregunta es: ¿y después del Open Arms?

Europa tiene que saber reaccionar de manera precisa, rápida y coordinada: tiene la obligación de mejorar y avanzar en el asilo y en la respuesta común a los flujos migratorios. España es el país y que más y mejor hace su tarea pero no puede ser el único.

Alemania y Francia han intentado promover en la UE, desde febrero de este año, un mecanismo temporal de distribución de los migrantes rescatados en el Mediterráneo. La idea, según Alemania, era tener un mecanismo general, sin importar dónde fueran rescatados los migrantes.

Además, las organizaciones humanitarias europeas  han reclamado con insistencia que se definan unas condiciones de actuación para los rescates que garanticen seguridad jurídica tanto a los migrantes como a los barcos en el puerto de desembarco.

Así las cosas, aún queda en aguas del mar Mediterráneo (entre Malta e Italia) el barco Ocean Viking, de las ONG's Médicos Sin Fronteras y SOS Mediterranée, desde hace una semana, con 356 inmigrantes a bordo, 103 de ellos, menores. Y ha pedido ya el desembarco de sus náufragos en un puerto seguro.

Se prevé la modificación del Convenio de Dublín

La norma que causa una mayor controversia es el Reglamento de Dublín, que regula qué Estado miembro de la UE se hace cargo de cada solicitud de asilo realizada por una persona en suelo europeo. El criterio utilizado por el Convenio de Dublín es el del primer país de llegada, lo que implica que el registro del inmigrante y la responsabilidad caigan de forma desproporcionada sobre los países fronterizos.

Según la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR), el Reglamento no garantiza todos los derechos de los solicitantes al no darse un proceso justo y equitativo y no siempre se respeta la voluntad de los migrantes ni el país al que desean ir. La modificación del Convenio de Dublín ya se prevé en la Agenda propuesta por la UE para el quinquenio 2019-2024.

El Gobierno no descarta sanciones a Open Arms

La vicepresidenta del Gobierno en funciones, Carmen Calvo, ha recordado este miércoles que el barco de la organización Proactiva Open Arms no tiene licencia para realizar rescates en el Mediterráneo y ha apelado al cumplimiento de la ley al ser preguntada sobre posibles sanciones a la ONG.

Calvo ha recordado que el propio fundador de la ONG, Oscar Camps, ha reconocido "cuáles son las condiciones del buque" y qué actividad puede realizar. "Tiene una autorización para ayuda humanitaria y esas son las condiciones en las que puede salir y puede operar; se lo recordó el ministro y en nuestro país todos sabemos lo que se puede hacer y lo que no"

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