El acusado del atropello múltiple en Yunquera de Henares (Guadalajara) dice que tomó una pastilla y no recuerda nada

Audiencia Provincial de Guadalajara

Daniel Urda Banegas
Seguir al autor

El acusado, M.H.B, ha declarado en el juicio que el día que ocurrieron los hechos él se encontraba "mal de todo", que le dolía mucho la cabeza y que fue al médico y le recetó unas pastillas.

"Cuando las tomé, no recuerdo dónde voy, y me pasó el accidente", ha abundado.

En el banquillo, el acusado, en prisión provisional desde que ocurrieron los hechos, ha declarado con la ayuda de una intérprete y ha pedido perdón por lo sucedido, tras asegurar que él no tiene nada contra nadie en Yunquera.

"Vengo a pedir perdón. Yo estoy mal, no estoy bien. No me llevaba mal con nadie en Yunquera. Eso me pasó porque estoy mal"

Ha sido lo que ha abundado a preguntas de la Defensa, quien, en favor de su defendido ha utilizado como hilo argumental que el procesado sufre una enfermedad.

"Algo tiene en la cabeza"

De nacionalidad marroquí, casado y con cuatro hijos, el procesado ha reiterado en varias ocasiones que no recuerda nada del accidente ni haber arrollado a ningún peatón, pero si que cogió el coche desde su casa, pero que no sabía a dónde iba.

Así, según ha manifestado, ha apuntado que no sabe por qué fue a Yunquera de Henares, porque no conoce allí a nadie.

"Como estoy mal, no me acuerdo de nada, ni a dónde voy".

El primer recuerdo que tiene tras los hechos se centra en su presencia en el cuartel de la Guardia Civil, ha subrayado. Si se acuerda también de haberse entrevistado después del accidente con el psiquiatra del Hospital de Guadalajara.

Aunque inicialmente ha dicho que no había recibido ningún tipo de tratamiento psiquiátrico previamente a estos hechos, la Fiscal le ha recordado que, según constaba en las actuaciones, en 2016, en Marruecos, se le pautaron un antidepresivo y un ansiolítico, algo que ha seguido tomando en España y "cuando se le terminaba, le recetaban más", ha subrayado.

Actualmente, M.H.B. toma en prisión unas seis pastillas al día.

Ha señalado que no sabe para qué son, que "algo tiene en la cabeza" aunque no recuerda como se llama pese a que se lo ha explicado el médico.

Sin embargo, al ser preguntado por su defensa sobre si, tal como dijo en su primera declaración la doctora Costelo, el acusado era un enfermo mental que sufría esquizofrenia, no lo ha negado.

El abogado Defensor ha insistido en que el tratamiento que ahora recibe el procesado en prisión es el correcto y que está más tranquilo.

"Ahora cuando me tomo esa pastilla estoy bien", ha dicho M.H.B, tras reconocer que se encuentra mejor y que se arrepiente de lo que ha pasado.

Declaran los testigos de los hechos

Las dos primeras testigos que han prestado declaración han sido dos hermanas; ambas han declarado que el acusado iba muy rápido en el vehículo y que se subió a la acera; a una de ellas la alcanzó y luego huyó.

Alberto, propietario de uno de los bares contra los que se fue el acusado impactó con su vehículo, también ha prestado declaración como testigo.

"Si no es por la valla, nos mata a todos. Cuando le vi dije: hasta aquí llegué. Fue a por nosotros", ha subrayado.

De igual modo, Álvaro Bravo estaba sentado con otra tres personas en el "Bar Kibi" y ahora recuerda que el vehículo aceleró y les llevó a todos por delante, algo que ha compartido José Gómez, quien ha incidido en que, si no llega a retirarse, no solo hubiera sufrido daños en la pierna sino que le hubiese "cortado por medio".

Ana María Mosquera estaba ese día sentada en la terraza del "Bar Ricote" y el coche del acusado le arrolló y cayó sobre la puerta del establecimiento.

Francisco es el propietario del "Bar Ricote" y escuchó el impacto, se giró y vio "a una señora volando".

Tras el atropello múltiple, continuó circulando

Según la Fiscalía, el acusado, lejos de cesar en su conducta tras el brutal atropello, dio marcha atrás y continuó circulando y solo se detuvo al colisionar el vehículo contra un bolardo, momento en el que huyó a pie del lugar.

Fue interceptado por dos vecinos de la localidad, quienes consiguieron retenerlo hasta la llegada de la Guardia Civil, que procedió a su detención.

En su momento, la titular del juzgado número 1 de Guadalajara decretó prisión provisional comunicada y sin fianza para este conductor.

Atropelló a varias personas que se encontraban sentadas en las terrazas de unos bares.

Hechos que se le atribuyen

Según estos hechos, la Fiscalía le acusa de:

  • Atropellar premeditadamente a las personas que se encontró al paso de su vehículo por la calle
  • Un delito de conducción temeraria por el que piden tres años de cárcel y nueve delitos de homicidio en grado de tentativa por los que pide seis años de prisión por cada uno de ellos.
  • Más de 500.000 euros en diversos tipos de indemnizaciones, donde la mayor es para un herido que sufrió la amputación de parte de su pierna, para el que se pide una indemnización de 464.247,55 euros.
  • Por su parte, la compañía Allianz, consigna también la cantidad a abonar en unos 200.000 euros por los daños de los vehículos que se llevó por delante.

El juicio continúa con la declaración de nuevos testigos y, a continuación será el turno de los peritos y agentes de la Guardia Civil, sin que se descarte que finalice este martes.

La Guardia Civil dice que sabía lo que había hecho

Los agentes de la Guardia Civil que participaron en la detención o el atestado del acusado del atropello múltiple ocurrido el 26 de marzo de 2021 en Yunquera de Henares (Guadalajara), han coincidido, mayoritariamente, en que el detenido era consciente de lo que había hecho y que cuando le detuvieron justificó su acción diciéndoles que le habían quitado a sus hijos.

Si bien, mientras varios testigos y familiares aportados desde la Defensa han apuntado a la enfermedad mental que sufre desde hace tiempo, por la que estaba tomando mediación recetada en Marruecos, varios agentes de la Benemérita han apuntado que tras el múltiple atropello, la Guardia Civil de Tráfico le realizó las pruebas de alcoholemia y de drogas y que dio negativo, no apreciándose tampoco enajenación mental.

Según uno de sus hermanos, el único problema que tenía el procesado es la enfermedad que sufría desde hacía tiempo, que se traducía en que "cuando está mal, no se acuerda de lo que dice".

Mientras, uno de los agentes de la Guardia Civil encargado de la detención del acusado ha abundado que el día de los hechos dijo a los agentes de Humanes (Guadalajara) que le habían quitado a sus hijos. "Estaba tranquilo y triste pero sabiendo lo que había hecho y pedía perdón constantemente", ha declarado otro de los agentes.

Otro de los agentes citados en esta vista han manifestado que el acusado estaba "muy tranquilo", descartándose una primera línea de investigación que se llevó a cabo inicialmente, en la que se registró la vivienda del acusado por pensar si pudiera tratarse de algún tipo de atentado terrorista.

Estas manifestaciones han sido suscritas por algunos testigos más, entre ellos, varios de los que presenciaron ese 26 de marzo los hechos y que participaron en la detención. Es el caso de Sergio, que ayudó a detener al acusado, y que este martes ha repetido su primera declaración en el juzgado, incidiendo en que cuando le retuvieron no opuso resistencia, sino que él mismo les dijo: "Llama a la Guardia Civil, que es culpa mía porque me han quitado a mis hijos".

EFE/EUROPA PRESS

Temas

¿Desea recibir alertas con las últimas noticias?

not_supported_text.placeholder