Fran, el único vecino permanente de la aldea de Ciruela (Ciudad Real)

Francisco Fernández, más conocido como "Fran", no usa reloj. ¿Para qué?, responde, cuando no hay obligaciones que atender y el sol marca las salidas a la calle. Tampoco se molesta en revisar el teléfono móvil que ha dejado en casa. En sus paseos le acompañan los sonidos de sus pasos, los pájaros o sus perras.

Tiene para él solo toda una aldea. Es el único habitante permanente de Ciruela y lo considera un privilegio. "Aquí estoy solito, apostilla. De vez en cuando viene el amigo Marcial".

Durante el verano, especialmente en los fines de semana, otros vecinos se dejan caer por el lugar. Se han rehabilitado once viviendas y una rueda de noria, convertida en mesa, que invita a largas charlas vespertinas. 

Sin agua, sin luz  ni otros servicios municipales, los pocos moradores de las casas en Ciruela se "apañan  con pozos y placas solares. 

Los restos de un castillo ubicado en un domo volcánico y documentado al menos desde el siglo XII, dan cuenta de la antigua importancia del lugar. A unos dos kilómetros está el río Jabalón y a once kilómetros Ciudad Real capital. Ciruela es el lugar perfecto para perder la noción del tiempo.