La oposición turca denuncia irregularidades y escrutinios secretos en el referéndum
Amado y odiado a partes iguales. Por un estrecho margen de votos el presidente turco Erdogan ha ganado el referéndum para la reforma constitucional. Una consulta que según la oposición está plagada de irregularidades y que según los observadores europeos se celebró en un marco legal inadecuado.
Baño de multitudes para celebrar la victoria. Un triunfo pírrico que según Tayipp Erdogan, le legitima para sacar adelante sus reformas y crear un régimen presidencialista a su medida, con el control del ejecutivo, atribuciones legislativas y e influencia en la justicia. "Los cruzados de occidente y sus sirvientes aquí nos han atacado. Pero no nos hemos rendido y nos hemos levantado como nación", palabras que entonaba en su discurso después de la victoria en el referéndum.
Pero la oposición denuncia numerosas irregularidades, entre otras, escrutinios secretos en algunos lugares. Por ello, tras pedir el recuento del 60 % de los votos se plantea impugnar el resultado.
El representante del Partido Republicano CHP, Bulent Tezcan, apunta hacia una supresión del referéndum: "lo único que podría despejar las dudas sobre la legitimidad del resultado es la cancelación del referéndum por la Junta Suprema Electoral ", ha afirmado.
Los observadores europeos por su parte señalan que la consulta no ha cumplido con los estándares democráticos del Consejo de Europa. El jefe de la delegación de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa, Cezar Florin Preda, ha señalado que el marco en el que se desarrolló la consulta estaba restringido, y los ciudadanos no se encontraban "en plenas libertades individuales" para ejercer el voto. Máxime porque están restringidas por el estado de emergencia y la campaña no ha sido equilibrada.
La Unión Europea preocupada por el creciente autoritarismo de Erdogan, le recuerda que debe cumplir con los valores comunitarios si aspira a convertirse en socio.
