Los acusados por la muerte del empresario de Illescas se declaran culpables

Elena Garcia Fermosel
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Los ocho acusados por el secuestro y muerte de un empresario en Illescas (Toledo) en mayo de 2014, cuya familia pagó 80.000 euros por su libertad, se han declarado hoy culpables y han asumido su implicación como autores, coautores, cómplices y encubridores de los delitos que se les imputan.

En el juicio, que ha comenzado en la Audiencia Provincial de Toledo dos horas después de la prevista porque las partes han negociado un acuerdo del que se ha beneficiado la única mujer acusada, todos los procesados han reconocido su participación en los hechos y han aceptado la pena de prisión solicitada por el fiscal y las acusaciones particulares.

También han aceptado indemnizar a la familia de la víctima solidariamente con 80.000 euros, la misma cantidad que le pidieron al empresario secuestrado, José Luis Vázquez Escarpa, para su puesta en libertad.

El principal acusado, por ser el autor del disparo o disparos que acabaron con la vida del secuestrado, Óscar del P.G., ha declarado por videoconferencia a petición propia -aceptada por el tribunal- desde la cárcel de Estremera (Madrid), por una cuestión de seguridad, con el fin de evitar conflictos ante la presencia de los familiares y amigos de la víctima.

Óscar del P.G., líder de una banda y vinculado con algunos miembros de Ultrasur, es conocido entre las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado y en el ámbito judicial por su amplio historial delictivo y los numerosos antecedentes que acumula.

Él fue el autor de la muerte de José Luis Vázquez, empresario de Illescas dedicado a la compraventa de chatarra que fue secuestrado en el polígono industrial San Gil del municipio toledano, según ha reconocido hoy durante su declaración en el juicio, en la que ha admitido ser culpable y ha ratificado la declaración que en septiembre de 2017 prestó ante la Guardia Civil.

En la vista ha admitido que planificó con otros tres de los procesados el secuestro y que acabó con la vida del empresario, según ha relatado, tras un forcejeo en el que le disparó e hizo desaparecer el cuerpo lanzándolo al río Tajo, sin que se haya recuperado.

El fiscal pide una pena de diez años y medio de prisión

Hoy arrancaba el juicio en la Audiencia Provincial de Toledo  por secuestro y asesinato de un empresario en Illescas. Están acusadas ocho personas como autores y cómplices. El fiscal pide una pena de 10 años y medio de prisión para el autor del homicidio.

En el escrito de acusación, consultado por Efe, la Fiscalía basa su argumentación en que cuatro de los acusados mantenían una relación de amistad y decidieron en un momento dado planificar y ejecutar el secuestro de una persona elegida por su capacidad económica, por cuya libertad exigirían la entrega de una cantidad de dinero que se repartirían según lo convenido.

Para la ejecución del plan, los procesados se hicieron con los medios materiales precisos como vehículos (uno de los cuales había estado implicado en un hecho ilícito con anterioridad)- y teléfonos móviles, y buscaron información sobre su objetivo.

Uno de los procesados contactó con otra de las acusadas que trabajaba como administrativa en una mercantil y compartió con ella el plan ideado, y ella le informó de que el empresario estaba dedicado a la intermediación en la compra venta de metales al por mayor y que dispondría de bastante dinero para atender a sus requerimientos, además de proporcionarle el número de teléfono móvil del mismo.

Contacto con el empresario en 2014

Con esta información y siguiendo el plan trazado, uno de los acusados contactó con el empresario el 6 de mayo de 2014 para concertar un encuentro al día siguiente en el municipio toledano de Illescas.

Al llegar al encuentro, fue abordado e introducido en la parte de atrás de una furgoneta, donde uno de los acusados le requirió, de forma intimidatoria, que realizara las gestiones pertinentes para conseguir 80.000 euros y poder quedar en libertad.

La víctima realizó entonces una llamada telefónica a su padre para que acudiera a una sucursal bancaria y retirara dicha cantidad que debería llevar a la sede de una empresa en Getafe (Madrid), al tiempo que llamó a la propia oficina para que tuviera preparado el dinero y a un trabajador para que recibiera una bolsa que le iba a entregar su padre y que después debería dar a una persona que pasaría a recogerla.

Un forcejeo que provocó la muerte del empresario

Tras recoger el dinero y saltándose el plan, el acusado forcejeó con la víctima y le disparó con un arma de la que carecía de licencia provocándole la muerte.

Luego, hizo desaparecer el cuerpo lanzándolo al río Tajo a la altura de un puente entre las localidades cercanas de Mocejón y Algodor, el cual no pudo ser recuperado pese al trabajo de la Guardia Civil.

Desde el 14 de octubre de 2015, cuatro de los procesados fueron detenidos y se encuentran en prisión provisional comunicada y sin fianza y otro de los detenidos que también había estado en prisión provisional, fue puesto en libertad.

Los hechos de los que se acusa hasta a 8 personas como autoras y cómplices constituyen un delito de secuestro, otro de homicidio, dos de receptación, uno de encubrimiento y otro de falsedad documental. EFE

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