40 años de Constitución, 40 hitos : Sanidad de altos vuelos
Plaza de Puebla de Don Rodrigo, año 2002. Un toro sorprende al novillero Rubén Rodríguez. Una cogida le alcanza la femoral y pierde mucha sangre. El hospital más próximo queda a 90 kilómetros; su vida corre peligro y se hace necesaria la intervención de un helicóptero del recién creado SESCAM –Servicio de Salud de Castilla-La Mancha-.
"Me acuerdo de cosas puntuales, me llevaron a la enfermería y luego me dijeron que estuviera tranquilo, que venía el helicóptero a por mí y enseguida me evacuaron y ya no recuerdo más hasta que me desperté", rememora el torero Rubén Rodríguez.
Fue uno de los primeros servicios para estos mini hospitales del aire. El único de la península nocturno encargado de trasladar los heridos más graves a lo largo de los casi 80.000 kilómetros de región.
"Yo estoy vivo gracias al Servicio del 112 de CLM. El helicóptero que además creo que llevaba muy poquito tiempo, no sé si una semana….es como si estaba ahí y pum para ti porque si hubiera sido una semana antes no habría", prosigue Rubén.
"Lo mismo que hace un médico de UVI móvil pero lo haces a través de un helicóptero. El equipamiento que tenemos es el mismo que llevan las UVIs que van por tierra. La facilidad y la ventaja es que podemos llegar más rápido al lugar del accidente y donde está el paciente", narra Omar González, médico del 112.
La primera UVI móvil se crearía precisamente en Ciudad Real: transporte sanitario urgente 24 horas, tras él, profesionales cada vez más preparados.
"Este puede beneficiarse…el muerto ya no va a tener solución y eso es muy complicado. Clasificar a los heridos en los episodios de múltiples víctimas es complicado y estresante", afirma Enrique Sánchez, médico de una UVI móvil.
En los años 2000 Castilla-La Mancha alcanzaría la mayoría de edad para gestionar su propia sanidad. Con las transferencias en la mano, la comunidad autónoma iniciaría a lo largo de distintas etapas una paulatina renovación de hospitales y la ampliación de su cartera de servicios.
