EN PROFUNDIDAD

Se cumplen 18 años de la Ley Antitabaco

España pasó de fumar en colegios y hospitales, a prohibirlo en cualquier lugar público cerrado

Redacción CMM
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En unos días se cumplirán 18 años de la conocida como Ley Antitabaco de 2005, que tuvo una gran repercusión social.

El humo del tabaco desapareció de centros de trabajo y espacios culturales. Cinco años después, en 2010, dimos un paso más y dijimos, definitivamente adiós, al humo de los cigarrillos en cualquier espacio cerrado. También en los accesos a hospitales, colegios y parques infantiles.

Por ello, hacemos balance de esa ley, pionera en Europa, y también de los nuevos retos que hay por delante.

En apenas dos décadas, España pasó de fumar en cualquier sitio, colegios, estaciones, centros comerciales e, incluso, hospitales, a prohibirlo en cualquier lugar público cerrado.

El punto de inflexión llegó en 2005 con la nueva Ley Antitabaco. Entró en vigor el 1 de enero de 2006. A partir de ese momento quedó prohibido fumar en lugares de trabajo, públicos o privados, y en los centros culturales. Se retiraron los ceniceros y aparecieron los carteles de 'Espacios sin Humo'.

¿Cómo afectó a los locales?

Los propietarios de los locales de hostelería tuvieron que optar si en sus establecimientos se podía fumar o no, e indicar la opción elegida en los accesos.

En caso de que el local tuviera más de 100 metros cuadrados, se debía habilitar una zona de fumadores señalizada y separada del resto.

La norma contemplaba la prohibición de vender o entregar tabaco a menores de 18 años. Y las máquinas expendedoras de tabaco debían situarse en zonas del interior del local donde pudieran ser controladas por los responsables del establecimiento.

El objetivo era proteger la salud de los fumadores pasivos. Tanto es así, que el Ministerio de Sanidad se propuso que los hosteleros fueran más allá en el cumplimiento de la normativa.

"En salud pública está ley ha supuesto un avance inmenso"José Luis Izquierdo, Jefe de Neumología del Hospital Universitario de Guadalajara.

Y llegó 2011. La ley antitabaco se endureció. Ya no se podía fumar en los locales cerrados. Los bares, restaurantes, discotecas, bingos, casinos y salas de juego recibían, a sus clientes, con carteles de prohibido fumar.

El fumar también quedó vetado al aire libre en las puertas de los hospitales y colegios y en las áreas infantiles de los parques.

Entonces sí que se notó el descenso en la venta de cigarrillos. El recelo de fumadores y de hosteleros se hizo evidente. Muchos se echaron a la calle para protestar. 

Un avance en salud pública

Lo cierto es que ha supuesto un avance en salud pública si tenemos en cuenta la situación de finales del siglo pasado.

En 2013, el Ministerio de Sanidad registró una bajada del 40% en cardiopatía isquémica, del 18% en infartos y del 20% en asma. El escenario de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica, la EPOC, cambió drásticamente.

Pero no todos los datos son tan optimistas. A día de hoy, el consumo de tabaco sigue siendo la principal causa del cáncer.

Un 33% de la población española de entre 15 y 64 años fuma a diario, según la encuesta EDADES del Ministerio de Sanidad correspondiente a 2022.

Todavía queda mucho por hacer para controlar la epidemia del tabaquismo. Más aún cuando nuevos frentes se han abierto en la actualidad como alternativa al tabaco tradicional.

María José Izquierdo nos ofrece los mejores y más interesantes reportajes "En Profundidad" sobre la actualidad de nuestra región.

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