El acusado de allanamiento de morada, lesiones y daños en Alameda de la Sagra (Toledo) se enfrenta al jurado popular

Audiencia Provincial de Toledo

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Daniel Urda Banegas
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La Sección Primera de la Audiencia Provincial de Toledo acoge hoy, 26 de septiembre, un juicio con jurado popular contra un acusado de allanamiento de morada, lesiones y daños en Alameda de la Sagra (Toledo), para el que el fiscal ha solicitado cuatro años y tres meses de prisión.

Según el escrito de acusación del fiscal, también ha solicitado para el procesado:

  • Una indemnización que asciende a más de 28.000 euros.
  • La prohibición de aproximarse a la víctima a una distancia mínima de 500 metros.
  • Su expulsión del país, una vez que haya cumplido dos tercios de su condena o cuando acceda al tercer grado o libertad condicional.
  • La prohibición de regresar a España por tiempo de siete años.

Los hechos recogidos por el fiscal en su escrito se remontan al 6 de agosto de 2018, cuando el acusado, natural de Marruecos, se desplazó hasta un domicilio de Alameda de la Sagra (Toledo) en el que residía un amigo con su familia para pedirle explicaciones por una discusión previa relacionada con la reparación de un vehículo propiedad del segundo.

"Creía que era mi último día de vida"

El hombre supuestamente agredido en 2018 en Alameda de la Sagra (Toledo) por Ahmed A., ha relatado al describir los hechos que "pensaba que era mi último día de vida".

En su comparecencia en la vista como testigo, Antonio A.S. ha relatado que el acusado, Anhmed A. entró en su casa el 6 de agosto de 2018, tras romper de "un patadón" la puerta, cuando él se encontraba tumbado en el sofá y que sin mediar palabra "se lió a darme golpes como una ametralladora" mientras lanzaba gritos en árabe, porque es de origen marroquí, al igual que la esposa de la víctima y la mujer del procesado.

Debido a esta circunstancia, las dos mujeres eran amigas y entre las dos familias también había una relación de amistad, como han expuesto todos ellos lo largo de la primera sesión del juicio, aunque Antonio ha señalado que debido a determinados compartamientos, que no ha precisado, había perdido su confianza, por lo que había intentado cortar su relación con él.

Según han mantenido el ministerio público y la acusación particular, el día que ocurrieron los hechos, el 6 de agosto de 2018, el acusado fue hasta la casa de Antonio A.S., sabiendo que estaba solo, porque habían tenido discrepancias relacionadas con el arreglo de un vehículo del procesado, por encargo de la víctima, mientras que su abogado defensor ha apuntado que los hechos no son ciertos. A su vez, el agredido y el supuesto agresor han contado versiones contradictorias, ya que mientras Antonio A.S. ha asegurado que el procesado saltó la valla del jardín y entró en la casa tras dar una patada a la puerta, Ahmed A. ha dicho que fue el propietario el que lo habían llamado para que acudiera a su casa.

Antonio A.S. ha relatado que no le dio tiempo a incorporarse del sofá en el que ese encontraba y ha hecho hincapié en la agresividad del procesado, que incluso llegó a romper una botella de cristal y a intentar lesionarlo con el gollete, aunque pudo evitarlo en un forcejeo entre ambos que los dos han admitido haber mantenido.

En su relato, ha contado que Ahmed le dijo en dos o tres ocasiones "por favor no me pegues más", pero el agresor mantuvo su actitud, hasta el punto de que pensó que debía de haber tomado algo de droga, "porque una persona normal no podía hacer eso".

Después, tras dejarlo en el suelo herido durante un periodo de tiempo que no ha quedado claro en la vista, el procesado se dedicó a romper objetos y enseres en la casa "con una violencia inusual" y con una agresividad "desproporcionada", según han calificado su comportamiento el fiscal y la acusación particular.

Sin embargo, el procesado ha insistido en que acudió a casa de Antonio porque éste lo había llamado, y que no tenía intención de agredirlo, porque sabe que tiene una lesión en el corazón, y aunque ha admitido que "iba borracho", ha subrayado que no le dio puñetazos y patadas, sino solo empujones.

Además, ha rechazado que procediera a romper deliberadamente objetos y enseres y a causar destrozos en la casa, que ha achacado al forcejeo que mantuvieron ambos durante la discusión, ya que ambos sufrieron heridas durante el suceso, según se ha indicado en el juicio.

Aunque las de Antonio A.S. (que el día de los hechos tenía 72 años) fueron más graves, ya que tardó 191 días en recuperarse de ellas y necesitó ser hospitalizado, mientras que Ahmed A. (que entonces tenía 39 años) se recuperó en 8 días, aunque requirió que le dieran más de 60 puntos de sutura en la espalda, según ha indicado su defensa en la vista.

También han declarado en la primera sesión del juicio Latifa y Lamia, las mujeres de Antonio y de Ahmed, respectivamente, que al igual que sus maridos han dado versiones diferentes de lo que encontraron en la casa cuando llegaron juntas ese día desde Madrid.

Así se produjeron los hechos

Tras saltar la valla perimetral de la vivienda y subir las escaleras de acceso, el acusado dio una patada en la cerradura de la puerta principal y la rompió, para entrar en la casa sin el permiso de los moradores e iniciar otra discusión con la víctima.

En el curso de la misma, empezó a golpearlo con patadas y puñetazos por todo el cuerpo y rompió contra el suelo una botella con la que le atacó, pero la víctima logró sujetarle la mano y entonces comenzó un forcejeo.

Durante la agresión, el procesado causó daños en objetos del salón y después continuó rompiendo todo lo que encontró en distintas dependencias de la vivienda (muebles, vitrinas, lámparas, objetos de decoración, el sistema de aire acondicionado, un equipo informático, minicadenas de música, televisores, frigorífico y ajuar de la cocina), hasta que se personaron en la casa las esposas de ambos y abandonó el lugar.

La víctima sufrió numerosos hematomas, fracturas y heridas en distintas partes del cuerpo y requirió de tratamiento médico para su curación, si bien no corrió riesgo alguno su vida.

El acusado fue detenido el 6 de agosto de 2018, reducido a la situación cautelar de prisión provisional comunicada y sin fianza por auto de fecha 8 de agosto, situación en la que permaneció hasta el 18 de julio de 2019, cuando fue puesto en libertad con la prohibición de acercarse a la víctima o comunicarse con ella y no ir a la localidad de Alameda de la Sagra.

EFE/CMM

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