Acusado de matar a su excuñada en Albacete se enfrenta a 27 años de prisión

Audiencia Provincial de Albacete

Redacción CMM
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Un hombre acusado de haber acuchillado hasta la muerte a su excuñada en Albacete, a la que propinó unas 100 puñaladas, se enfrenta a una posible condena de 27 años de prisión por un delito de asesinato y otro de allanamiento de morada, en el juicio que la Audiencia Provincial ha programado a partir del 2 de octubre, con tribunal de jurado.

La Sección Segunda de la Audiencia es la que celebrará la vista, donde el acusado es M.R.G., español, de 37 años, quien presuntamente cometió el crimen el 4 de junio de 2018, cuando según consta en el escrito de acusación de la Fiscalía, “se encontraba en trámites de divorcio con su esposa”.

La Fiscalía dice que el procesado “mantenía una mala relación” con su esposa , con sus dos hermanas y con sus padres, y la mañana del 4 de junio de 2018, M.R.G. decidió ir a casa de una de las dos hermanas de su mujer “para matarla”, y para ello salió de su casa temprano con una mochila donde llevaba “varios cuchillos, una cinta de celofán por si era necesario atarla, un destornillador, ropa para cambiarse por si se manchaba de sangre” y también otros efectos, entre ellos “una máscara de la película ‘Scream’ para evitar se reconocido por algún vecino”.

La acusación pública relata que cuando la mujer fue a salir de su casa para ir a trabajar, en la calle Blasco Ibáñez, el acusado entró “de un fuerte empujón” y la víctima “cayó al suelo en el interior de su propia casa”.

Pese a que la mujer intentó zafarse y chillar para pedir ayuda, M.R.G. “sacó un cuchillo y la apuñaló varias veces en la espalda”, y aunque la mujer le suplicó que la dejara, el acusado “continuó apuñalándola y le dio numerosas cuchilladas en los muslos y en la cabeza”.

La Fiscalía cuenta que la víctima, malherida, fue rematada por el procesado con nuevas puñaladas, en total le causó “unas 100 heridas incisas con dos cuchillos”, algunas de esas heridas mortales y otras de poca profundidad, sin otra finalidad que la de “incrementar de forma innecesaria el sufrimiento de la víctima”.

Los padres de la mujer encontraron el cadáver en la cocina de la vivienda “horas después”.

El procesado se cambió de ropa, se limpió y, ya fuera, “ se puso la careta para evitar ser reconocido si se cruzaba con algún vecino”, se deshizo de los cuchillos y de todo lo utilizado en una papelera y un contenedor, aunque la Policía Nacional pudo detener a M.R.G. ese mismo día.

La Fiscalía pide provisionalmente para el acusado 25 años de cárcel por el delito de asesinato y dos años más de cárcel más una multa de 32.240 euros por allanamiento de morada; y también propone que indemnice a la familia de la víctima en un total de 220.000 euros.

EFE

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