Alertan de nuevos incendios de turba, cerca de Las Tablas de Daimiel (Ciudad Real)

Susana Palomo Gómez
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Nuevos incendios de turba en el cauce del río Guadiana. La bajada del nivel freático en zonas del Acuífero 23 y las condiciones climatológicas de los últimos meses han propiciado la aparición de este fenómeno, a escasos cinco kilómetros del parque nacional de Las Tablas de Daimiel.

Así lo ha dado a conocer a Efe el naturalista y guía de campo, Concepción Sepúlveda, quién ha dicho que las primeras fumarolas que indican la presencia de fuego subterráneo se detectaron a inicios de año, en el entorno del antiguo molino harinero hidráulico de Zuacorta.

Incendios bajo tierra por la falta de agua

La sequía en zonas tradicionalmente encharcadas y el descenso de agua de los acuíferos fluviales han provocado en las últimas décadas la desecación de las turbas, que se forman como resultado de la putrefacción y carbonificación parcial de la vegetación de las zonas húmedas.

Esta falta de humedad provoca que la materia orgánica que compone la turba sufra un proceso de contracción, que origina profundas grietas en el terreno, por donde el aíre penetra hasta oxidar la materia, que acaba ardiendo por autocombustión.

Este proceso de autocombustión de las turbas da lugar a la formación de "grandes braseros" bajo la tierra que llegan a provocar que la temperatura alcance en algunos casos los 220 grados centígrados.

Hacía más de 10 años que no se veían incendios de turba en la zona

Sepúlveda ha señalado que en esta zona del cauce del río Guadiana han aparecido ya más de media docena de fumarolas que indican la presencia de nuevos incendios de turba.

Recordar que los últimos grandes incendios de turba se registraron en el año 2009 y afectaron gravemente al parque nacional de Las Tablas de Daimiel al permanecer activos durante varios meses.

Entonces, los incendios se detectaron en el entorno del molino harinero hidráulico de Molemocho, a mucha menos distancia de los que se encuentran los detectados ahora, lo que provocó que a través del cauce de la Madre Chica del río Guadiana avanzaran hasta llegar a distintas zonas del interior del parque.

Las nuevas fumarolas detectadas , más visibles a primera y última hora del día, parece que no amenazan ,de momento, a Las Tablas de Daimiel , aunque "la situación puede ser muy diferente en el verano si sigue sin llover en la zona y el nivel freático del agua del acuífero 23 sigue bajando", advierte la naturalista.

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