Campos secos, pozos bajo mínimos: el cambio climático en el campo de CLM

Elena Garcia Fermosel
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Y cuando llueve, lo hace en forma de tormentas, muchas veces, peligrosas. Por eso, el campo, un sector del que viven miles de personas en la región, es el primer sector en notar todos esos cambios.

Nos ha explicado cómo afecta a su día a día esta situación Conchi, una ganadera de la comarca de Talavera. Sus animales salen a pastar, pero cada vez con mayores dificultades.

En el campo, la huella del cambio climático se traduce en paisajes secos, áridos, en pleno otoño. El verano tarda más en irse y las lluvias, no llegan. Un cambio, acentuado en la última década.

En la explotación de Conchi, las charcas donde abreva el ganado están secas y los pozos, bajo mínimos. La falta de pasto, obliga a comprar pienso para alimentar a sus 1.700 cabezas de ganado.

Un cambio climático que castiga a miles de personas que en la región viven del campo. La mancomunidad de Cabeza del Torcón, con 95.000 cabezas de vacuno, se ha enfrentado a importantes restricciones de agua.

Medidas adoptadas en Castilla-La Mancha para afrontar el cambio climático

Nuestra comunidad ya declaró en septiembre la emergencia climática, porque en los últimos 40 años hemos visto subir nuestra temperatura media en casi un grado y medio. O lo que es lo mismo, en Castilla-La Mancha, la subida de la temperatura estaría ya en ese máximo que los expertos consideran "el punto de no retorno".

La región es la primera comunidad autonóma que cuenta con una ley de economía circular que pretende avanzar hacia una economía hiporcarbónia y la mejora del medio ambiente.

También se apostará por el autoconsumo, la movilidad y la energía sostenible, y las campañas de sensibilización con otras administraciones públicas para combatir el cambio climático.

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