40 años de Constitución, 40 hitos: Un equipo irrepetible, el Ciudad Real de balomnano

David Centellas Navas
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[Este reportaje forma parte del especial de 40 reportajes sobre cómo ha afectado la democracia y la Constitución a Castilla-La Mancha en estos 40 años]

Balonmano Ciudad Real lo ganó todo en el planeta balonmano, pero todo es todo, incluida la Champions. Presidente y capitán repasan aquella gesta en la final de Kiel (Alemania), donde partían con 2 goles en contra.

"Dije: este partido, aquí, ganamos y nos llevamos el título porque la presión que van a sentir los jugadores del Kiel cuando estén en la pista y vean que las bufandas de campeones y las camisetas ya las tienen puestas", recuerda Domingo Díaz de Mera, entonces presidente.

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"La copa se tuvo que facturar porque no nos permitían subirla al avión y fue muy gracioso al llegar a Madrid y la copa no había llegado. No sé si queriendo o sin querer", dice  J.J. Hombrados.

La grada, ahora solitaria, es parte del sueño de un club que cambió este deporte.

"Era impensable que un club de una ciudad como Ciudad Real pudiese acercarse a Barcelona y quitarle jugadores al Barcelona. Pero nosotros demostramos que todo eso era posible", insiste Díaz de Mera.

"Tuvo la virtud de enamorar y al igual que a mí a otros jugadores que luego vinieron detrás", subraya J.J. Hombrados.

17 títulos nacionales 10 internacionales

La élite del balonmano se afincó en Ciudad Real y los Talant Dujshebaev hicieron del Quijote Arena una pista imbatible.

"El concepto familia era primordial y al final yo creo que fue un poco lo que marcó la pirámide de éxito de este equipo", dice Hombrados.

Los aficionados recuerdan que había que meter presión de cualquier manera para que el equipo rival se sintiera atenazado a la hora de atacar. Estuvieron 5 o 6 años sin perder un partido. Pero el gigante pisaba con pies de barro…

"Fue un gigante que se cansó en un momento dado de estar solo y de que nadie de alrededor se acercase a ayudarlo", recuerda el presidente.

"Este proyecto finalizó y luego mucha gente se arrepintió de no haber regado la raíz que hubiera podido mantener el árbol vivo". concluye Hombrados.

El equipo abandonaba en 2011 su casa. Desaparecía 2 años más tarde en la distancia,  tras vestir rayas rojiblancas.

"Estos años han sido para mí lo mejor de mi vida. A mí cuando se fue me faltaba algo y aún a día de hoy me sigue faltando", recuerda un aficionado.

La hipotética vuelta siempre está ahí. "Que nunca se puede decir nunca jamás". Quién sabe si algún día dejará de ser fantasía.

Continuará...

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