JUICIO CIUDAD REAL

La acusada de apuñalar a su expareja en Tomelloso acepta una pena de prisión de 7 años y 6 meses

Se ha producido un acuerdo entre todas las partes, "para evitar la celebración de un juicio largo que tenía multitud de testigos". Ella ha reconocido los hechos.

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La acusada de apuñalar a su expareja en Tomelloso acepta una pena de prisión de 7 años y 6 mesesCMM

Redacción CMM
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La acusada de dar tres puñaladas a su expareja en Tomelloso (Ciudad Real) ha reconocido los hechos durante el juicio celebrado este jueves en la Audiencia Provincial de Ciudad Real. 

La mujer, A.M.M., llevaba en prisión provisional desde 2021 y ha sido encausada por un delito de homicidio doloso en grado de tentativa. La Fiscalía solicitaba 7 años, 6 meses y un día de prisión.

Se ha producido un acuerdo entre todas las partes, "para evitar la celebración de un juicio largo que tenía multitud de testigos". La pena es la mínima, ya que no se aprecia ningún tipo de atenuante.

Hablan los abogados

El abogado de la víctima, R.M.J., asegura que ahora "tiene un estrés postraumático que aún no ha curado y que "sufre otras patologías como insomnio crónico" que "probablemente pasen años para que se recupere de estos hechos tan graves".

Por su parte, la acusada habría presentado una denuncia contra R.M.J. por malos tratos que se archivó, sin pena para el denunciado. La abogada de la encausada ha explicado que "ella siempre se sintió víctima de malos tratos", añadiendo que "está afectada y dolida". 

¿Qué fue lo que sucedió?

Todo sucedió sobre las 10.30 horas del 26 de abril de 2021, cuando la acusada se dirigió a la vivienda en la que residía su expareja a recoger unas pertenencias.

En ese momento, la víctima, R.M.J., abrió la puerta a su expareja después de que ella llamase al timbre y, una vez dentro, la procesada  se hizo con un cuchillo de cocina que estaba en la mesa de una de las habitaciones de la casa. 

"Guiada por el ánimo de acabar con su vida", asestó tres puñaladas a R.M.J., una de ellas en la región torácica a la altura del pulmón izquierdo y otras dos en el antebrazo izquierdo, mientras le pedía que le dejase su teléfono móvil, diciendo "tengo que demostrarlo todo", entre otras expresiones.

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