Cortes en el suministro de agua en el municipio de Brazatortas

Redacción CMM
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La sequía en Castilla- La Mancha está provocando un problema de abastecimiento del suministro de agua en algunos municipios. El continuo descenso del nivel de agua de los embalses está obligando a los consistorios tomar medidas extremas para permitir el consumo de agua entre sus vecinos.

Esta situación se convertía el pasado sábado en una realidad en el ayuntamiento de Pulgar y la Mancomunidad de Menasalvas y Navahermosa, que mediante un bando restringían el uso del agua del embalse del Torcón para cualquier consumo que no sea humano. Esta reserva de agua de la provincia de Toledo apenas alcanza 1 hectómetro cúbico de agua.

En la provincia de Ciudad Real, el ayuntamiento de Brazatortas hará una serie de cortes en el suministro de agua. Entre las 12 de la noche y las 7 de la mañana, y después se recuperará el consumo en el resto de horas. Así como restricciones de uso, han prohibido usar el agua potable para el riego, baldeo de calles, piscinas y otros usos que constituyan un abuso del consumo.

Protestas contra la escasez de agua en Albacete

Los porcentajes de agua embalsada en la provincia de Albacete rondan el 15%. El embalse de Cabanillas, en Hellín es otra de las reservas de agua que preocupa. Los vecinos de Agramón, municipio por el que se accede al embalse, han vivido una jornada reivindicativa con una marcha en bicicleta con la que han denunciado el posible recrecimiento de la presa.

Rumbo a una sequía extrema en 2018

Los mínimos históricos de los embalses de la región están preocupando a la comarca ribereña de Entrepeñas al 11% de su capacidad y en el embalse de Buendía, ya que viven uno de los veranos más secos desde que esta infraestructura hidráulica existe. A estas alturas del año apenas llegan al 23 % de su capacidad total,  siendo las provincias de Guadalajara y Albacete las más perjudicadas llegando sólo a un 15%.

A lo que se suma una previsión poco esperanzadora, según expertos consultados por Efeverde  alertan que si la tónica de escasez de lluvia continúa en el mes septiembre, en España crecerá el riesgo de entrar en situación de sequía extrema en 2018.

Las precipitaciones acumuladas desde el pasado 1 de octubre hasta el 1 de agosto de 2017 ascienden a una media de 507 litros por metro cuadrado, un 12 % menos del valor normal correspondiente a dicho periodo. El agua almacenada en los embalses alcanzaba la segunda semana de agosto, el mínimo de la última década, situándose en el 46,5 %, frente al 61,5 % de la media en los últimos 10 años, según los datos de AEMET España.

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