Los drones en el campo, renovarse o morir

Elena Labrado Calera
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Y para que el campo siga mejorando y sea cada vez más competitivo necesita adaptarse a los nuevos tiempos. Un ejemplo es el uso de drones, que ayuda a ahorrar costes de producción planificando el riego o los fertilizantes.

En esta ocasión hablamos de un mapa de abonado de una parcela de cebada en la alcarria conquense que puede ahorrarnos una quinta parte de fertilizantes. Y se hace mediante un dron, monitorizando la información recogida en su vuelo desde tierra.

En un regadío, los consumos de agua y energía se pueden reducir hasta un 30%. La imagen aérea, acompañada de datos de suelo y de una cámara térmica, nos dice dónde falta o sobra agua, pero también el vigor de la planta y precisa, además, el momento de la cosecha.

Se trata de agricultura de precisión para planificar futuras campañas. La idea que ha rescatado del paro a estos dos ingenieros agrónomos ha sido galardonada en el "Lanzadera" de la Diputación de Cuenca.

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