Greenpeace protesta en una macrogranja porcina en Hellín (Albacete) contra las emisiones de amoniaco

Redacción CMM
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Greenpeace ha realizado hoy una acción de protesta en la macrogranja de Cefusa en Hellín (Albacete) que, afirman, es altamente contaminante en amoniaco.

Los activistas han desplegado una pancarta con los lemas "La carne industrial contamina", "#PlanetaEnCarneViva" y "Stop ganadería industrial" junto a las balsas donde se acumula la mayoría de los excrementos de estos animales, que ocupan cerca de 130.000 metros cuadrados, el tamaño equivalente a 120 piscinas olímpicas, según la ONG.

El grupo ecologista ha emprendido una campaña en la que piden que termine la ganadería industrial porque emite "más amoniaco que cualquier refinería de petróleo, planta de tratamiento de residuos peligrosos o de fertilizantes sintéticos".

Pancartas y pintadas

Según el Registro Estatal de Emisiones y Fuentes Contaminantes, este complejo industrial de Cefusa es la explotación ganadera más contaminante en cuanto a emisiones de metano, un gas de efecto invernadero 25 veces más potente que el CO2.

La ONG exige de nuevo una "moratoria estatal inmediata" para la ganadería industrial y la reducción de la cabaña ganadera por su impacto en el cambio climático, la deforestación y la contaminación de aire, suelos y agua.

El avance del inventario de emisiones de gases de efecto invernadero en España del Ministerio para la Transición Ecológica muestra que uno de los sectores que más aumentó sus emisiones de CO2 fue la ganadería, con un 1,4 por ciento más en 2018 que el año anterior y, en particular, por la gestión de los excrementos de los animales, que aumentaron las emisiones un 2,4 por ciento.

Un 10% más

El informe señala que desde 1990 las emisiones de la ganadería aumentaron un 10 por ciento y supone además el 67 por ciento de las emisiones del sector agrícola.

Greenpeace pide a la Administración competente que no autorice la construcción de ninguna otra explotación de ganadería intensiva y un plan para reducir la cabaña ganadera al menos a la mitad en 2030. Del mismo modo, instan a transitar hacia una ganadería sostenible, a vetar la importación de soja y de otras materias primas procedentes de zonas deforestadas y fomenten una dieta de salud planetaria.

EUROPA PRESS / CMM

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