Guadalajara, pionera en la atención a pacientes con ictus

Elena Labrado Calera
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En Castilla-La Mancha 200 personas han llegado a ingresar con daño cerebral sobrevenido en los últimos cinco años en el Instituto Regional de Enfermedades Neurológicas de Guadalajara. Se trata de un centro pionero en la asistencia a personas que han sufrido un ictus.

El centro cuenta con una sofisticada tecnología como un robot Lokomat que ayuda a reeducar el equilibrio y la marcha cuando se vuelve a caminar. Este tipo de tratamientos están indicados no sólo para personas que hayan tenido ictus sino, también, para los que han sufrido traumatismos craneoencefálicos. Todos son asistidos con un enfoque multidisciplinar, impensable hace unos años.

Las terapias son individualizadas o en grupo y con apoyo de profesionales especializados que animan a estas personas a luchar por lograr la superación total del ictus. Sus síntomas son: pérdida de fuerza, parálisis facial y trastornos en el habla. Unos indicios que deben tratarse inmediatamente porque es vital para una rápida intervención.

Si se trata de una isquemia cerebral, no llega sangre al cerebro, cuatro horas y media marcan la diferencia entre daños irreparables o secuelas leves. Para ganarle la batalla, es la primera causa de muerte en las mujeres españolas, el tiempo es oro. También el control, el 80% de los ictus se pueden prevenir.

En el Hospital General de Ciudad Real llevan a cabo una serie de pruebas en las que se ve el funcionamiento de las arterias y se entiende la importancia de escuchar al corazón y al cerebro, el cuerpo avisa.

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