MEDIO AMBIENTE

Vuelven los caballos salvajes al Alto Tajo con un proyecto europeo de renaturalización

La Fundación Española para la Renaturalización desarrolla un proyecto de reintroducción de caballos de raza serrana

Caballos salvajes en el Alto Tajo en Guadalajara

Caballos salvajes en el Alto Tajo en GuadalajaraCMM

Susana Palomo Gómez
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El Alto Tajo vuelve a tener caballos semi salvajes. La Fundación Española para la Renaturalización está reintroduciendo en la comarca una raza de la que quedan muy pocos ejemplares, el caballo serrano. Además del importante beneficio para la biodiversidad, su presencia ayudará a prevenir incendios forestales

El objetivo de esta iniciativa europea pionera, que se centra en España en las zonas de Guadalajara, Cuenca y Teruel, es la mejora y sostenimiento de los ecosistemas. Busca servir como incentivo para la creación y generación de nuevas actividades socioeconómicas que ayuden a fijar poblaciones y que contribuyan a su viabilidad a largo plazo.

Las Tierras Altas Ibéricas, que forman parte del Sistema Ibérico, se han convertido en el décimo paisaje de Rewilding Europe en donde trabajan para mejorar el pastoreo natural, restaurando las poblaciones de vida silvestre y reintroduciendo caballos y kulan (burros salvajes). Algo que se traducirá, según prevén, en el aumento de la biodiversidad que beneficiará a las especies carroñeras como los buitres y creará las condiciones propicias para el regreso de carnívoros como el lobo ibérico y lince ibérico.

Además, frente a la prevención de incendios forestales, la presencia de grandes herbívoros permitirá tener unos entornos vegetales más limpios y unos montes con menor carga de combustible. 

El último ejemplar de caballo semi salvaje ha llegado a Mazarete (Guadalajara). Esta raza serrana es la que habitó durante siglos en las mesetas y montañas del centro peninsular. 

El pastoreo natural ayudará a eliminar el exceso de vegetación durante todo el año. 

Los ejemplares viven en semilibertad, en un terreno de 200 hectáreas que poco a poco se irá ampliando hasta alcanzar las 1.500 a medida que la manada crezca. 

Creen que la renaturalización puede ser un motor de desarrollo para la zona. Creando empleos directos y atrayendo un nicho de turismo aún por desarrollar en la zona, el de observación de la naturaleza.

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