Oferta Pública de Empleo 2019-2020: las pruebas de Administración General empiezan en septiembre

Mujer y residente en la región, perfil mayoritario de los más de 58.000 aspirantes que optarán a 1.583 plazas de Administración General

Susana Palomo Gómez
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Las primeras pruebas de las oposiciones de Administración General comenzarán entre el 25 de septiembre y 28 de noviembre de este año. Serán las primeros exámenes para optar a alguna de las 1.583 plazas convocadas, de las cuales 915 son para funcionarios y 668 para personal laboral.

La próxima semana se publicará la lista definitiva de admitidos y los días y lugares de examen. Aunque ya se sabe que los exámenes tendrán lugar, con carácter general, en Toledo, a excepción de las pruebas selectivas con mayor número de aspirantes, que son auxiliar administrativo, peón especialista, auxiliar de enfermería, auxiliar técnico educativo y personal de limpieza y servicios domésticos, que se celebrarán en todas las capitales de provincia de la región para facilitar la logística y, sobre todo, la comodidad y acceso de los aspirantes.

Mas de 58000 para 1583 plazas

Un total de 58.120 aspirantes, el 70 por ciento mujeres y nueve de cada diez residentes en la región, optarán por hacerse con alguna de las 1.583 plazas de Administración General convocadas en las Ofertas de Empleo Público de 2019 y 2020.

Habrá 138 plazas reservadas a personas con discapacidad, de las cuales 73 son para discapacidad general, que son las máximas que permite la ley, el 5 por ciento del total de las aprobadas, y a las cuales optarán 2.027 aspirantes.

Las 65 plazas restantes están reservadas a personas con discapacidad intelectual correspondientes a las ofertas de empleo de público de 2017 a 2020. Las pruebas, al que se han presentado 553 aspirantes, se celebrarán en un turno independiente, con temario y pruebas adaptadas, tras la modificación de la Ley de Empleo Público de Castilla-La Mancha que fue impulsada por el Gobierno regional para facilitar el acceso de este colectivo a la Función Pública.

De los 58.120 aspirantes, 55.540 serían para las 1.445 plazas de los turnos generales de funcionarios y laborales, lo que supone 38 aspirantes por plaza; 2.027 aspirantes para las 73 plazas de discapacidad general, lo que representa 28 aspirantes por plaza; y 553 aspirantes para las 65 plaza de discapacidad intelectual, lo que reduce la ratio a 8,5 aspirantes por plaza.

De los 2.207 aspirantes a una plaza de discapacidad general, un total de 316 han solicitado algún tipo de adaptación en función de su discapacidad. La mayor parte de estas adaptaciones han sido para aumentar el tiempo de la prueba o el tamaño de la letra, habiendo también algunos casos concretos de solicitud de mesas adaptadas para sillas de ruedas, intérprete de lengua de signos para personas con discapacidad auditiva o la petición de la herramienta informática específica para realizar el examen por ordenador para los aspirantes con discapacidad visual.

En este mismo sentido, en cuanto a los procesos selectivos para discapacidad intelectual, el 41 por ciento de los 553 aspirantes a las 65 plazas reservadas a este colectivo, han solicitado también adaptaciones, mayoritariamente relacionadas con la duración de las pruebas.

Un reto organizativo

En total habrá 112 procesos selectivos en los que participarán 5.200 personas implicadas en la organización y desarrollo de los procesos selectivos.

De ellos, 700 serán integrantes de los 70 tribunales calificadores que se han constituido, 56 para las plazas de personal funcionario y 14 para las de personal laboral. El 54 por ciento de los integrantes de los tribunales son mujeres. Igualdad que también se ha tenido en cuenta a la hora de ocupar las presidencias y secretarías de los tribunales, que son los puestos de mayor responsabilidad.

Se estima que participen 4.500 personas, entre vigilantes, coordinadores provinciales, responsables de centro, responsables de pabellón y personal de servicios.

Supone 1.000 personas más con respecto a las que hubo en las pruebas de los procesos selectivos correspondientes a la OEP 17-18, debido a que por la pandemia y siguiendo las indicaciones sanitarias, en estos procesos selectivos se ha reducido el número de aspirantes por aulas, lo que conlleva la apertura de más clases y, por tanto, la necesidad de disponer de más personal de apoyo para que los exámenes se lleven a cabo con total garantía.

Estrategia de empleo público

El consejero de Hacienda, José Alfonso Ruiz Molina, ha destacado que se sigue cumpliendo el compromiso del presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, de aprobar todos los años una oferta de empleo público en todos los sectores y que supone ejecutar al cien por cien los planes de impulso a los servicios públicos que se viene desarrollando desde la anterior legislatura.

De hecho, desde 2016 se han aprobado 15.751 plazas de empleo público, lo que supone una media de 2.600 al año, y el Gobierno regional espera que al acabar la legislatura, en 2023, se superen las 20.000 plazas de empleo público aprobadas durante los últimos ocho años.

Ruiz Molina, además, ha señalado que con las sucesivas ofertas de empleo público se persigue mejorar la calidad de los servicios públicos que se prestan desde la Administración regional; blindar sus plantillas; ofrecer posibilidades de encontrar un empleo en la Administración; facilitar oportunidades de promoción interna a las empleadas y empleados públicos; favorecer la incorporación de las personas con discapacidad a la función pública, y reducir la tasa de interinidad.

Sobre este último objetivo, el consejero ha indicado que, tras la adjudicación de las plazas correspondientes a estos procesos selectivos, la tasa de temporalidad quedará por debajo del 8 por ciento en Administración General, cumpliendo con las exigencias fijadas por las correspondientes Leyes de Presupuestos del Estado.

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