¿Se puede percibir el incendio de Cebreros (Ávila) en Toledo?

Incendios.- Sube a nivel 1 el incendio declarado en el barrio de Azucaica de Toledo tras el corte de varias vías

Daniel Urda Banegas
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Esta mañana, quienes vivimos en Toledo capital y en las localidades de alrededor, nos hemos despertado con un ligero olor a humo en el ambiente. Y después de comprobar que no se habría producido ningún fuego en la ciudad ni sus alrededores, nos hemos preguntado si es posible que la respuesta se encuentre en el horizonte, a más de 94 kilómetros de la Ciudad Imperial.

El alergólogo, Ángel del Moral y responsable de un aparato de medición de partículas como los pólenes, ha confirmado a Radio Castilla-La Mancha la existencia de partículas de humo.

En su captador, se recogía material particulado, lo que se denomina PM 2,5 y PM 10, muy habitual en los incendios que impide ver adecuadamente los pólenes.

El experto Xavier Querol, geólogo y profesor investigador español, reconocido por sus trabajos sobre contaminación atmosférica, consultado por CMM Digital explica la posibilidad de que las masas de aire cargadas de contaminación provenientes de los incendios forestales puedan transportarse "miles de kilómetros", dependiendo de algunos factores como las condiciones meteorológicas o la magnitud del incendio.

¿Cómo se desplazan las partículas contaminantes?

Esto que comenta Xavier Querol, podría explicar el hecho de que, a pesar de no existir incendios próximos a la ciudad de Toledo, las partículas contaminantes de otros fuegos fuera de la región hayan podido desplazarse hasta la ciudad, generando una mala calidad del aire y olor a humo en el ambiente. Pero, ¿cómo es posible?

Tal y como explica, el aire caliente del incendio, que dependerá de su magnitud, eleva las partículas contaminantes "uno o dos kilómetros" de altura, hasta que el aire se va enfriando.

Tras esto, el viento se encarga de trasportar la capa de contaminantes hacia la dirección que circule.

A partir de aquí, el viento puede transportar estas partículas "miles de kilómetros" diluyéndose poco a poco, pero generando mucha contaminación.

Después, por convención, el aire caliente baja llegando a la superficie y, por tanto, hacia la población.

Otra forma de que estas partículas "viajen" desde el foco del incendio puede ser a través del transporte por superficie.

Ejemplos similares a estos desplazamientos

El experto pone un ejemplo muy característico, el de la calima, para explicar la forma en que las partículas contaminantes de los incendios forestales pueden viajar a otros puntos a miles de kilómetros, asegurando que "la atmósfera no es estanca".

"Si estamos en la cabecera del río y se produce ahí un vertido de líquidos contaminantes, no solo se contamina esa parte del río, sino que este lleva el agua fluyendo y transporta los contaminantes río abajo (...) y esta contaminación, más diluida, se puede seguir kilómetros más abajo del punto de vertido".

Otros fenómenos similares podrían ser el trasporte de la calima o polvo africano, que llega desde África a España o la contaminación de ciudades como Madrid a zonas rurales como los montes de Toledo.

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