La primavera será más leve para los alérgicos a las gramíneas en Castilla-La Mancha, a excepción de Toledo

Daniel Urda Banegas
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La primavera va a ser más leve para las personas alérgicas a las gramíneas, que van a experimentar menos síntomas, gracias a la escasez de lluvias que se ha registrado durante todo el invierno, según ha comentado Ángel del Moral, alergólogo de HM IMI Toledo.

Concretamente, los expertos prevén que esta primera sea "muy leve" en la mayor parte de Castilla- La Mancha, a excepción de Toledo, donde las concentraciones de polen será "moderada".

Las enfermedades alérgicas por pólenes afectan en España a unos 4,5 o 5 millones de personas, siete de los cuales son alérgicos a gramíneas seguidos en orden decreciente por alergia al olivo, arizónica, plátano de sombra, salsola y parietaria.

En las últimas semanas "hemos tenido muchos pólenes de cipreses u arizónicas, que en estos días comenzarán a desaparecer con las lluvias que estamos teniendo" en la región. "Los alérgicos no van a tener muchos problemas de lluvias, porque la lluvia humedece el polen, que cae al suelo y deja de dar problemas alérgicos", asegura el alergólogo.

Al caer al suelo se impide que los pólenes puedan penetrar en las vías respiratorias, lo cual disminuye los síntomas de los pacientes alérgicos cuando está lloviendo.

Lo que suele ocurrir normalmente es que, a largo plazo, las precipitaciones favorecen el crecimiento de todas las plantas, especialmente de las gramíneas, lo que contribuye a un mayor desarrollo y a un aumento en la producción de pólenes de gramíneas que, en el momento de floración se van a dispersar por la atmósfera, y como consecuencia, los alérgicos van a experimentar un aumento de sus síntomas.

"Ha aumentado el número de personas con alergias"

Del Moral asegura que el número de personas que desarrollan alergias es cada vez mayor, de hecho, en la actualidad, "un tercio de la población tiene problemas alérgicos por pólenes y para 2050 la mitad de la población tendrá problemas de alergia relacionados con pólenes", explica el alergólogo.

Algunos de los factores que podrían explicar este aumento de personas alérgicas tendría que ver con el cambio climático y la contaminación, así como la falta de lluvias.

Explica este desarrollo de las enfermedades alérgicas como si fueran "una especie de carrera". Los niños suelen desarrollar alergias distintas a la de los adultos: a partir de los diez años comienzan a desarrollar alergias reparatorias e, incluso, a algún medicamente, mientras que hasta esa edad suelen ser alergias relacionadas con algún alimento, como la leche o el huevo, que tienden a desaparecer, por ejemplo.

También hay una base genética en estas alérgicas: "si en la familia hay alguien alérgico es muy probable que los hijos también lo sean", explica.

Como una forma de prevención de este tipo de alergias, el experto asegura que "se pueden reducir los síntomas a través del uso de las mascarillas, como hemos visto en la pandemia". "Las mascarillas han hecho que a pesar de haber pólenes muy altos los pacientes no hayan tenido tantos síntomas".

Sobre la eficacia de las vacunas en el tratamiento de las alergias, asegura que "son eficaces siempre que sean bien indicadas". "No todas son iguales, van genial para inmunizar a las personas y que tengan menos síntomas (...) cada vez tendrá que utilizar menos medicación (...) incluso la enfermedad podría desaparecer", asegura.

Al margen de las vacunas existen medicamentos, como los colirios, antihistamínicos, inhaladores, que tienen pocos efectos secundarios y, además, permiten que nos protejan durante 24 horas. "Hay muchas herramientas para tratar a los pacientes".

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