TOLEDO
Instalar detectores de humo y de monóxido de carbono para que nos avisen de un incendio
En la última semana dos menores de edad han fallecido en sus viviendas por incendios o intoxicación por monóxido de carbono. Cada año debido a la mala combustión de estufas, braseros o calderas mueren una media de 165 personas.
Los incendios en viviendas son más habituales de lo que creemos. Tan peligroso es el fuego como la intoxicación por gases, debido a una mala combustión. Y lo peor es que muchas de estas muertes se podrían evitar siguiendo una serie de sencillos consejos. La simple instalación de un detector de humo y de monóxido de carbono puede salvar muchas vidas.