La catedral de Toledo: un paseo a lo largo de algo más de 100 páginas

Elena Labrado Calera
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Es la Catedral Primada de España, llamada la Dives Toletana por la cantidad de obras de arte de todo tipo que alberga en su interior. Ahora, un nuevo libro que acaba de ver la luz, escrito por un gran conocedor del templo toledano, Carlos Dueñas Rey, nos ofrece un recorrido por la catedral explicado para profanos.

El texto no pretende ser ningún tratado de arquitectura, pintura u otras artes, lo que busca es despertar el interés por el templo en la gente que no lo conoce:

Una historia personal, vinculada a una visita a la ciudad, hace de hilo conductor en el libro. Un paseo en el que, a lo largo de sus páginas, van apareciendo personajes reales de la vida cotidiana de Toledo, reconocibles para los habitantes del Casco Histórico y para todos aquellos que visiten la catedral de forma habitual.

Un templo lleno de historias y curiosidades

En el libro "La catedral de Toledo", el lector puede encontrar una serie de historias y curiosidades relacionadas con el templo a lo largo de su historia, como la de "la campana gorda" y otras:

Otro ejemplo: ¿de dónde viene que se llame "bolos" a los toledanos? Según cuenta Carlos Dueñas, "el culpable es el arzobispo Gil de Albornoz (que está enterrado en la capilla de San Ildefonso de la catedral). Allá por el siglo XIV se enfrentó al rey Pedro I El Cruel, tras lo que tuvo que huir de España y exiliarse en Italia. En la ciudad de Bolonia, creó el Colegio Español y a todos los que iban y venían de estudiar allí empezó a llamárseles "bolos"".

El texto recoge también el origen de la tradición local de "beber el agua de la virgen" de los botijos cada 15 de agosto, día de la patrona de la ciudad, la Virgen del Sagrario.

Carlos Dueñas señala el Coro como uno de los lugares con más enjundia del templo toledano. Las figuras más extrañas que se pueden ver en la catedral están en la sillería del coro. Son formas de animales grotescos, mitológicos, elaboradas en el siglo XVI y sobre las que se apoyaban los clérigos durante sus largas horas de oración.

Se trata, en definitiva, de un libro elaborado con mimo en el que Dueñas plasma su visión de la catedral y cómo le gustaría que se la explicaran.

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