ROBO EN EL LOUVRE
Ha sido un robo "asombroso, rápido y muy limpio", según la Brigada de Patrimonio de la Policía Nacional
Desde la brigada señalan la dificultad de colocar en el mercado unas piezas tan reconocidas.

PARÍS (FRANCIA), 20/10/2025.- Imagen facilitada de la diadema la emperatriz Eugenia robada del Museo del Louvre, en París.
Ha sido un robo de película y, en esta ocasión, no es exagerar. Los principales medios de comunicación franceses e internacionales lo han llamado "El robo del siglo".
El museo del Louvre permanece cerrado mientras las autoridades francesas continúan buscando a los cuatro ladrones que entraron ayer domingo en una de sus galerías, a pleno día, rompiendo una ventana, y se llevaron las joyas que pudieron de la época de Napoleón III (siglo XIX).
Entre ellas, varias de la emperatriz Eugenia de Montijo, nacida en Granada y de familia con vínculos con la capital castellanomanchega, Toledo. Los restos de lo que fue su palacio, aún pueden verse en una céntrica calle del casco histórico toledano.
Investigadores y expertos en la recuperación de este tipo de objetos históricos de valor incalculable destacan que este robo supone una llamada de atención no sólo para el museo francés, cuya seguridad ha quedado claramente en entredicho, sino para el resto de museos del mundo, a los que aconsejan actualizar sus sistemas de vigilancia.
Se trata también de ponerlos al día por el uso que hacen ya los criminales de herramientas vinculadas a la inteligencia artificial, las redes sociales, etc... Y todo porque, además, señalan, puede cundir el ejemplo y pueden llegar a producirse robos similares en otras pinacotecas.
Los expertos mantienen que hay que actualizar los presupuestos en materia de seguridad en estos centros culturales donde se conservan tantos tesoros. El del Louvre, por ejemplo, estaba muy por debajo de lo que corresponde al patrimonio que conserva.
Miguel Ángel Espada, jefe del Grupo 2º de la Brigada de Patrimonio Histórico de la Policía Nacional, especializada en la investigación, búsqueda y recuperación de las piezas del Patrimonio Nacional robadas o que han sufrido algún tipo de ataque, señala lo "asombroso del robo, la rapidez en su ejecución (apenas siete minutos) y su limpieza".
Describe cómo se lleva a cabo la investigación en un delito como éste en España y cómo se han recuperado objetos valiosos después de 30 o 40 años desaparecidos:
Tanto el jefe de la Brigada de Patrimonio de la Policía Nacional como expertos internacionales resaltan la dificultad de colocar en el mercado piezas como las robadas.
Miguel Ángel Espada afirma que no se puede descartar nada, aunque sostiene que la teoría de un robo por encargo sería muy rara. Él asegura no haberse encontrado con ningún caso en España de ese tipo.
Además, los ladrones podrían "dejar dormir" las piezas hasta que baje el escándalo y la atención mediática sobre este suceso o, ante la dificultad de encontrar un comprador, también, pueden sacar los materiales preciosos de las joyas y volverlas a tallar antes de venderlas.
La base de datos Dulcinea

Escudo de la Policía Nacional en la Brigada de Patrimonio Histórico con Don Quijote y Sancho Panza
En la Brigada de Patrimonio Nacional de la Policía tienen en su escudo dibujado un Don Quijote y un Sancho Panza, en relación con el nombre de la base de datos de objetos patrimoniales perdidos, desaparecidos o robados que, en nuestro país, se llama Dulcinea.
Una base de datos cuya existencia y utilización es clave para la investigación policial de este tipo de delitos en nuestro país, dice el jefe del Grupo 2º de la Brigada de Patrimonio Histórico de la Policía Nacional, que, añade, espera que no nos veamos en ninguna situación parecida a la que viven estos días en el país vecino.