La vida de película del "Niño Sáez", que ayer fue asesinado a quemarropa
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El "Niño Sáez" contaba con un amplio historial delictivo que llevaba escribiendo desde sus 11 años de edad, de ahí su pseudónimo de Niño Sáez. Su nombre de pila era Francisco Javier Martín, tenía 36 años y era un habitual delincuente como alucinero y butronero.
Su trágico final ha sido propio de película, abatido a tiros en plena calle a media mañana. Una llamada al 112 alertaba de la emergencia, "Niño Sáez" había recibido tres tiros, dos en el tórax izquierdo y uno en el cuello, en la calle Laín Calvolo. Gravemente herido, se desplazó varias calles buscando ayuda hasta llegar al número 24 de Juan Tornero donde se desplomó. Los disparos le habían hecho perder mucha sangre. Cuando llegaron los médicos al lugar del suceso, no pudieron hacer nada por salvarle.
Un largo historial de delicuencia
El "Niño Sáez" empezó robando coches para después empotrarlos contra los comercios. A lo largo de su carrera delictiva fue desarrollando su especialidad: hacer agujeros como este para saquear joyerías. En este procedimiento de robo es cuando le pillaron, huía con unos 800.000 euros en 2010.
Evitaba emplear la violencia con las personas y así lograba quedar en libertad. Alunicero, butronero, líder de banda se especializó en el uso de lanzas térmicas para perforar cámaras acorazadas. El 2013 robo 120 kilos de cocaína en un depósito judicial de Málaga.
En los 25 años que duró su actividad, a Francisco Javier le detuvieron más de 40 veces, con intervenciones policiales con el despliegue de hasta 100 agentes.
La última vez que fue detenido, fue por el robo de un coche en 2015. Se estima que entre él y su clan habrían amasado una fortuna de 150 millos de euros, además de casas de lujo en Madrid y Marruecos.
La investigación está abierta y la policía baraja un posible ajuste de cuentas.
