Nuevos datos sobre el atentado en San Petersburgo que ha dejado 14 muertos

Isaías Blázquez
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El principal sospechoso de la masacre en el metro de San Petersburgo tiene 22 años y es originario de Kirguistán, en Asia Central. Se habría inmolado en uno de los vagones. La investigación ha dado un giro al señalar a ese hombre, del que se sabe ya que tenía vínculos islamistas, y descartar al primer sospechoso, otro hombre cuya imagen se había publicado y que se entregó a la policía diciendo que era inocente.

Ante lo ocurrido, la prioridad es reforzar la cooperación internacional en materia antiterrorista. El jefe de la diplomacia rusa, Sergei Lavrov marcaba la linea a seguir tras reunirse con su homólogo kirguís.

Hoy la seguridad en el metro y aeropuertos es máxima. Han instalado detectores de metales, cuentan los usuarios, no quieren arriesgarse a revivir el horror.

Las imágenes captadas por algunos testigos dan cuenta del infierno vivido bajo tierra tras la explosión. Rusia llora a quienes han perdido la vida en una tragedia que podría haber sido mayor, ya que, horas después del atentado, los artificieros lograban neutralizar otro artefacto camuflado en un extintor, relleno de metralla. Tenía un kilo de TNT, que es infinitamente más dañino que la carga suicida.

Moscú recuerda a los fallecidos con una misa en la catedral. Un desafío, ha dicho el patriarca ortodoxo, al que hay que enfrentarse con valor.

Ya son los 14 muertos, entre ellos varios niños, en este atentado en el metro de San Petersburgo, la segunda ciudad de Rusia. Hay más de 40 personas hospitalizadas.

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