El mito del suavizante

El suavizante, pese a su aroma agradable, contiene numerosas sustancias químicas que no desaparecen en el lavado. Una parte se queda en la ropa y otra parte llega al agua, contribuyendo a que más de 40.000 toneladas de compuestos procedentes de detergentes y suavizantes acaben cada año en ríos y mares europeos. Estos químicos afectan a ecosistemas, agricultura y pueden causar problemas respiratorios y cutáneos en personas.

Además, el “olor a limpio” es un concepto creado por el marketing, ya que no existe una definición oficial. La ropa realmente limpia no necesita oler a nada. 

Para cuidar nuestra piel y el planeta podemos reducir la cantidad de suavizante, usar menos detergente o elaborar alternativas caseras más respetuosas con la salud y el medio ambiente.