El arte de la inteligencia artificial

El futuro del arte puede estar en manos de la inteligencia artificial. Los diferentes algoritmos cada vez perfeccionan más una creación que incluso se basa en nuestras propias descripciones escritas. Ponemos en marcha el Generador de ideas con Arturo Fuentes, profesor de Fundamentos de Imagen Digital, Universitat Politècnica de Catalunya – BarcelonaTech, doctorando de Diseño por computador en entornos de producción y autor del artículo El arte en manos de la inteligencia artificial.

La inteligencia artificial y las webs de creación de imágenes a partir de textos son una realidad cada vez más al alcance de todas las personas. Una herramienta muy útil, pero que compite directamente con artistas, creadores y diseñadores gráficos que ven peligrar su profesión ante una inteligencia artificial capaz de crear obras de arte complejas partiendo de unas instrucciones dadas por texto. El debate está servido.

"Son algoritmos que de alguna manera aprenden sobre un mundo muy concreto, en este caso caras, y de alguna manera, de este mundo que ha aprendido luego es capaz de generar nuevas".

La inteligencia artificial lleva más de una década al alcance del usuario medio. Aplicaciones y filtros que permiten modificar caras o voces son un ejemplo de este avance al que ahora le llega el turno a la imagen. Arturo Fuentes recuerda en el programa 808 Radio de Radio Castilla-La Mancha el deepfake de Barak Obama que causó hizo arder las redes por su gran parecido con la realidad.

La humanidad de las máquinas

"Los nuevos algoritmos son capaces de establecer relaciones entre las partes de una imagen, es decir, ya no es me focalizo e una cara, sino me focalizo en establecer qué relaciones hay entre esa cara, entre esa silla, entre esa mesa, entre ese cuadro, entre ese fondo y contexto. Lo puedo ir modificando a través del texto (...) es como un traductor de pensamiento"

El arte parecía estar a salvo de esta tecnología. Pero una vez más, la realidad supera la ficción y las redes sociales se han visto repletas de obras generados artificialmente por máquinas. El arte "se concebía como algo propiamente humano y se entendía que la creatividad era básicamente algo que a nosotros nos hacía únicos y que los sistemas artificiales muy difícilmente podían emular", advierte Fuentes. Que existan máquinas capaces de comprender el contenido de un texto y elaborar imágenes en las que los diferentes elementos interactúan entre ellos, "genera un cierto pavor" porque la sensación es que la máquina "me comprende demasiado bien, genera cosas que no espero y, de alguna manera, parece que tiene algo de humanidad". La última IA que está en boca de todos: DALL-E.

Las personas detrás de la inteligencia artificial

Todo lo que vemos, todas las soluciones que aporta una inteligencia artificial llevan detrás mucho trabajo de desarrollo y producción. Esto sí, hecho por humanos. "Tienen mucho trabajo de post-producción, de encajar las caras bien, de retocar...  no es todo tan directo como puede parecer ni tan perfecto, porque también hay mucho marketing detrás, mucho hype. En este caso se lo merece".

"La producción (de las imágenes creados por IA) es muy buena y la intuición que hay detrás es muy parecida a cómo realmente nosotros creamos"

El paradigma es que, mientras anteriormente el trabajo de una IA era imagen a imagen, los nuevos sistemas son "inteligencias multimodales" en las que diferentes entradas elaboran productos. "Texto e imagen trabajan conjuntamente". Con el tiempo, nuevos algoritmos podrían elaborar nuevos formatos. ¿El límite?  "Es difícil pronosticar porque es que hace un año nadie pronosticaba esto tampoco", comenta Arturo Fuentes. "El futuro es que directamente lea el pensamiento y produzca".

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