Castilla-La Mancha Hoy
'Tócate antes de que te toque': la importancia de la autoexploración mamaria
"Tócate antes de que te toque" es la campaña que pretende concienciar sobre la importancia de la autoexploración mamaria para prevenir el cáncer. AMUMA (Asociación de Cáncer de Mama y Ginecológico de Castilla-La Mancha) es un grupo de ayuda sociosanitaria para personas afectadas de cáncer de mama y ginecológico. Su presidenta, Sonia Marchán, nos da las claves de la autoexploración de mamas.
Marchán explica que, aunque se realizan mamografías de control dentro de los programas de cribado que se realizan por la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, muchos de estos tumores se diagnostican a través de una autoexploración o de manera casual por la propia persona. Por ello destaca la importancia de realizar correctamente la técnica de autoexploración mamaria.
Autoexploración mamaria también para los hombres
Es recomendable realizar la autoexploración de mamas a partir de los 18 años, durante toda la vida de la mujer, cuenta Marchán e incide en que "también los hombres deben realizarse autoexploraciones mamarias porque también les afecta el cáncer de mama, aunque sea menos conocido".
Cinco minutos, una vez al mes, todos los meses
"Es una técnica muy sencilla que se realiza en cinco minutos" explica la presidenta de AMUMA. Aconseja realizar la autoexploración mamaria una vez al mes, todos los meses, "después de la menstruación, que es cuando cuando la mamá está más blandita. También se debe realizar durante el embarazo y la lactancia, porque el cáncer de mama gestacional también existe. En caso que la que la mujer esté dando dando el pecho se debe realizar después de la toma porque es cuando el pecho está más vacío".
"La autoexploración es una herramienta muy sencilla, que se aprende fácil, que tenemos a nuestro alcance y que es fácil de utilizar. Y es una herramienta de autovigilancia de nuestra propia salud mamaria"
Técnica de autoexploración mamaria
Marchán nos cuenta que hay diversas técnicas de autoexploración y que "no hay ninguna mejor ni peor. Nosotras siempre decimos que la técnica peor es la que no se hace".
La que enseñan en AMUMA consiste en un primer examen visual, "que consiste en observar nuestras mamás delante del espejo para ver que no hay ningún cambio en ellas". Y luego un examen manual, consistente en "palpar las mamas en distintas posiciones, palparlas de pie, palpar el pezón para ver que no hay salida de ningún fluido desconocido a través del mismo y luego palparlas tumbadas".
Señales de alarma
Hay unas señales de alarma que debemos conocer y nos tienen que poner en preaviso, insiste Marchán: endurecimiento de una parte de la mama o en toda, surcos o hendiduras en la piel, erupciones, sarpullidos, enrojecimiento, sensación de quemazón, expulsión de algún fluido por el pezón, aparición de un bulto en la mama o la axila, venas dilatadas o inflamadas, retracción o hundimiento del pezón, llagas, piel de naranja,...
Ante alguna de estas señales hay que acudir al médico de cabecera para que nos explore y pueda derivarnos, si fuera necesario, a la Unidad de Mama donde nos realizarán las pruebas necesarias. Aunque estas señales no tienen que significar que sea cáncer, pueden ser síntoma de otras cosas, es necesario no perder tiempo. Marchán advierte de la "estrategia avestruz: no vale esconder la cabeza bajo tierra", el miedo no nos puede paralizar y hay que actuar rápidamente porque el diagnóstico precoz es fundamental.
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