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El pequeño milagro de Entrepeñas y Buendía: las reservas de agua están por encima de los 1.000 hm3

Si esa cantidad se mantuviera estable durante todo el año, se impulsaría la actividad económica en los pueblos de la cabecera del Tajo. 

Redacción CMM
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No se recuerda nada parecido desde hace más de una década. Los pantanos de Entrepeñas y Buendía llevan más de un mes seguido con sus reservas de agua por encima de los 1.000 hectómetros cúbicos. 

No están ni siquiera al 50%, pero es una cifra con la que sueñan los sectores turístico y comercial de la zona. Si esa cantidad de agua se mantuviera estable todo el año impulsaría la actividad económica en pueblos de la cabecera del Tajo.

Desde febrero de 2012 no se veía así la cabecera del Tajo. En la década de los 60, el comedor de este restaurante familiar de Sacedón era un privilegiado mirador con vistas a Entrepeñas, uno de los 2 enormes embalses bautizados en su día como el mar de Castilla. Pero sobre la cabecera del Tajo siempre sobrevuela una afilada espada: el trasvase Tajo-Segura.

En 2017, una feroz sequía y los rutinarios envíos de agua al Levante durante los años precedentes, ahogaron Entrepeñas y Buendía. Al finalizar el verano de ese año, la cabecera del Tajo agonizaba. Las reservas de agua eran inferiores al 10% de su capacidad máxima, una situación desoladora que se prolongó hasta finales de febrero del año siguiente.

Desde finales de agosto de ese año hasta marzo de 2018, quedó por debajo de los 100 hectómetros cúbicos. En este periodo no se autorizó ni un solo trasvase.

Ahora, el panorama es otro muy distinto. Las abundantes lluvias y alguna que otra nevada de los últimos meses han obrado este pequeño milagro. Ricardo vive del agua y todo el año está muy pendiente del nivel de Entrepeñas.

“Somos optimistas y creemos en el momento y en la posibilidad que se nos abre ahora para ir transitando hacia un modelo de gestión más sostenible”Borja Castro, pte Asociación Municipios Ribereños de Entrepeñas y Buendía.

Desde febrero de 2011, los embalses de la cabecera del Tajo no se llenaban por encima de los 1.000 hectómetros cúbicos; un volumen de agua que los municipios ribereños vienen reclamando años.

Los sector del turismo, ocio y comercio se muestran expectantes ante un verano donde la actividad económica puede recobrar nuevos bríos. Son perspectivas optimistas cara a este próximo verano para toda una comarca donde el agua, por escasa casi siempre, marca su lánguido día a día. Porque sin agua no hay futuro.

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