ORIENTE PRÓXIMO

Aumenta la presión internacional y nacional sobre el Gobierno israelí tras los últimos ataques

En ellos, Israel ha matado a siete trabajadores de World Central Kitchen y 13 iraníes en el bombardeo de su consulado en Damasco, Siria. Mientras, se recrudecen las protestas contra el primer ministro israelí, Netanyahu.

Aumenta la presión nacional e internacional sobre el Gobierno israelí tras los últimos ataques en el marco de la guerra en Gaza

Aumenta la presión nacional e internacional sobre el Gobierno israelí tras los últimos ataques en el marco de la guerra en GazaEFE

Redacción CMM
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La presión internacional crece sobre Israel, tras el asesinato de siete cooperantes humanitarios de la ONG World Central Kitchen, del chef José Andrés.

Al cocinero español, como ha dicho él mismo, no le sirven las explicaciones del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, y pide una investigación independiente. 

Según la organización, "éste fue un ataque militar que implicó múltiples ataques y tuvo como objetivo tres vehículos de WCK. Los tres vehículos transportaban civiles; estaban marcados como vehículos WCK; y sus movimientos cumplían plenamente con las autoridades israelíes, quienes conocían su itinerario, ruta y misión humanitaria".

Por ello, y "para garantizar la integridad de la investigación, solicitamos al gobierno israelí que preservara de inmediato todos los documentos, comunicaciones, grabaciones de video y/o audio y cualquier otro material potencialmente relevante para esclarecer los ataques del 1 de abril", añade la nota.

Las críticas también han llegado incluso del mayor aliado de Tel Aviv, Estados Unidos. El secretario de Defensa, Lloyd Austin, le ha pedido a su homólogo israelí, Yoav Gallant, que la investigación sobre el ataque al convoy de World Central Kitchen (WCK) sea "rápida y transparente" para que los responsables "rindan cuentas". Además, el presidente Biden también ha hablado con Netanyahu, ante la deriva de los últimos acontecimientos en el marco de la guerra en Gaza.

Protestas contra el Gobierno en Israel

Las críticas también le llegan al Gobierno israelí también dentro de sus fronteras, con nuevas protestas de los familiares de los 130 rehenes que todavía están en manos de Hamás. Unas manifestaciones que se han unido a los que piden la dimisión del Ejecutivo y la convocatoria de elecciones anticipadas.

El líder de la oposición y miembro del gabinete de guerra de Israel, Benny Gantz, ha abogado, así mismo, por convocar elecciones anticipadas en Israel y ha apelado a la unidad de la sociedad israelí después de las protestas contra el Gobierno.

La pregunta ahora es: ¿hasta cuándo va a resistir el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu toda esta presión?

En estado de alerta máxima ante una posible represalia de Irán

Israel se encuentra este jueves en estado de alerta máxima ante la amenaza a su seguridad por una posible represalia de Irán tras el ataque atribuido al Ejército israelí contra el consulado iraní en Damasco, que mató a trece personas, entre ellas siete guardias revolucionarios iraníes, en paralelo a la guerra en la Franja de Gaza.

El Ejército israelí ha suspendido los permisos de vacaciones a todas las tropas después de haber incrementado ayer el personal y el número de reservistas que sirven en las fuerzas aéreas, ya en "alerta máxima".

Como medida de precaución adicional, Israel también ha comenzado este jueves a alterar deliberadamente el servicio GPS en el centro del país -en la frontera norte y en las comunidades cercanas a Gaza ya ocurre desde hace meses.

Los posibles escenarios para los que Israel se estaría preparando incluyen ataques con misiles y drones por parte de grupos respaldados por Irán en el Líbano, Siria, Irak y Yemen -todos ellos ya han atacado en medio de la actual guerra con Israel-, además de ataques con misiles balísticos directamente desde Irán, algo que aún no se ha producido. 

Israel reconoce que la Inteligencia Artificial ha guiado sus bombardeos en Gaza

El sistema de Inteligencia Artificial 'Lavender' ha sido usado por Israel en Gaza y ha marcado a 37.000 palestinos como posibles milicianos.

En los primeros días de la guerra en la Franja de Gaza, el Ejército israelí dependió casi por completo de un sistema algorítmico que determinó 37.000 palestinos como presuntos milicianos de Hamás, convirtiéndoles tanto a ellos como a sus residencias en objetivos militares.

De acuerdo con una investigación divulgada hoy por el diario israelí Sicha Mekomit (llamado en su versión en inglés +972) y basada en fuentes de inteligencia, los soldados adoptaron sin cuestionarse las "listas de matar" recomendadas por un sistema de inteligencia artificial, no usado hasta ahora, apodado Lavender.

Una vez los nombres eran sugeridos, "el personal humano" dedicaba unos "20 segundos" a cada objetivo antes de autorizar un bombardeo, con el fin de asegurarse simplemente de que el potencial miliciano era un hombre, detalla la investigación.

Sin embargo, Lavender no es tan sofisticado, dice el texto, y conlleva un margen de error en aproximadamente el 10 % de los casos, por lo que de forma ocasional puede incriminar "a personas que tienen simplemente una conexión vaga con grupos militantes, o ninguna conexión en absoluto".

Además, según el texto, el ejército atacó a estas personas, muchos posibles milicianos de muy bajo rango, de forma "sistemática" en sus hogares -"normalmente de noche, mientras toda su familia estaba presente"- al considerarlos un blanco más fácil, e incrementando el número de muertos civiles "permitido" por cada combatiente.

"No estábamos interesados en matar a los agentes [de Hamás] sólo cuando se encontraban en un edificio militar o participando en una operación militar", dijo un oficial de inteligencia a +972. “Por el contrario, las Fuerzas de Defensa de Israel los bombardearon en sus casas, sin dudarlo, como primera opción”, añadió, alegando que "el sistema está diseñado para buscarlos en estas situaciones".

"15 o 20 civiles" por un miliciano muerto

En las primeras semanas de guerra, según dos fuentes citadas en anonimato por la investigación, el ejército decidió que el ataque contra cualquier joven agente de Hamás señalado por Lavender podría ocasionar la muerte de entre "15 o 20 civiles", un ratio de no-combatiente sin precedentes.

En previas guerras, los militares no autorizaban ningún “daño colateral” si se trataba de hombres de rango, mientras que si el objetivo fuera un alto funcionario o comandante de Hamás, en la actual ofensiva, las fuentes dijeron que el ejército contempló en varias ocasiones la masacre de más de 100 civiles.

Además, el ejército prefirió usar contra estos milicianos de poca importancia misiles no guiados, comúnmente conocidos como "bombas tontas" y documentados en Gaza a finales de diciembre por la CNN, capaces de destruir edificios enteros y de causar otras víctimas.

"No conviene desperdiciar bombas caras en gente sin importancia; es muy caro para el país y hay escasez [de esas bombas]", detalló un oficial de inteligencia bajo anonimato.

El uso de este y otros sistemas de inteligencia artificial como "Gospel", basados en algoritmos, estaría relacionado con el alto número de civiles muertos en la Franja, ya que según cifras israelíes no verificadas, 13.000 fallecidos tendrían alguna relación con grupos islamistas de entre más de 32.900 muertos, sin contar miles de cuerpos que siguen bajo toneladas de escombros.

EFE

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