JUICIO

Se declara culpable el acusado de matar y emparedar a una vendedora de la Once en Albacete

María Isabel de la Rosa fue asesinada el 19 de agosto de 2021. El acusado ha asegurado que "no sabe qué se le pasó por la cabeza".

Se declara culpable el acusado de matar a una vendedora de la Once en Albacetecmm

Redacción CMM
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El acusado de asesinar a María Isabel de la Rosa, la trabajadora de la ONCE desaparecida en agosto de 2021 en Albacete, se ha declarado culpable y ha confesado los hechos. 

En la segunda jornada del juicio que se ha celebrado hoy, 6 de junio, el acusado ha explicado como mató y emparedó a la víctima el pasado 19 de agosto de 2021: "No sé qué se me pasó por la cabeza", ha dicho.

La versión del acusado

A.G.S., siglas que corresponden al nombre del acusado, ha explicado la relación que mantenía con María Isabel, asegurando que eran conocidos, ya que coincidían muchas veces tomando algo. El acusado era cliente habitual de la víctima.

Le debía 50 euros a la vendedora desde hace un par de semanas, por lo que la llamó para que se presentara en su casa y así poder devolverle el dinero.

El acusado ha asegurado que estuvieron charlando y, durante un tiempo, tomando unas cervezas, momento en el que María Isabel le dio un par de "Rascas". Tras un rato, juntó demasiados y la víctima exigió el pago de los mismos.

"Me puse a abrir rascas y no tocaba ninguno, llegué a juntar hasta 200 euros y ahí ya me dijo que tenía que pagarlos, pero yo no tenía dinero", ha dicho. 

El acusado, A.G.S, durante el juicio en Albacetecmm

En ese momento, María Isabel se puso de pie y le exigió el dinero que le debía, momento en que A.G.S.se puso nervioso y la empujó, cayendo esta contra el suelo.

Tras lo ocurrido, la víctima le amenazó con denunciarle. Fue entonces cuando el acusado se abalanzó sobre ella y le apretó el cuello hasta estrangularla.

"Fue casi instantáneo. Me senté encima de ella, le sujeté un brazo con una pierna, no podía soltarse, la cogí del cuello, le apreté, no le dio tiempo de decir nada. Estuve poco tiempo, un minuto o un minuto y algo, fue un rato muy malo. No sé que se me pasaría por la cabeza, estuve apretando hasta que noté que estaba muerta", ha reconocido.

El procesado ha indicado que se encontraba en "shock", que "no quería tirar el cadáver por ahí", por lo que decidió llevar el cuerpo hasta una habitación y envolverlo.

"No pensé en llamar a la policía ni al 112, me asusté, no sabía que hacer, cogí el cuerpo de María Isabel y lo llevé a una habitación, lo dejé en el suelo y lo envolví", ha relatado.

Así ocultó el cadaver

Momentos después, decidió construir un habitáculo para esconder el cuerpo y evitar que se extendiera el olor, encargó materiales de construcción y azulejos y comenzó a erguir un muro.

"Tengo conocimientos de albañilería, metí el cuerpo y fui haciendo filas de ladrillos con cemento, así hasta llegar arriba, lo hice dos o tres veces para evitar que saliera el olor. Escondí también su chaleco, los rascas y la carcasa de la TPV", ha indicado, añadiendo que rompió tanto la TPV como el teléfono móvil de la víctima.

Días después, fue al bar al que solía ir, donde comentaron algo de la desaparición de María Isabel, remitiéndose a decir que no sabía dónde estaba, hasta que el 24 de agosto la policía se presentó en su casa.

"Me pidieron permiso para entrar en la casa, conforme entramos les dije de salir al patio y allí les conté dónde estaba, les dije que la había enterrado ahí, entonces me detuvieron y declaré todo", ha relatado.

El Ministerio Fiscal considera que los hechos son constitutivos de un delito de asesinato, por el que, al igual que la acusación particular, solicitan la pena de prisión permanente revisable, mientras que la defensa mantiene que se trata de un homicidio con los atenuantes de obcecación y arrepentimiento, por lo que piden una reducción de la condena.

El juicio continúa con la declaración de los testigos.

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