ALBACETE
Una tormenta en Chinchilla provoca inundaciones en urbanizaciones de Albacete
Los vecinos denuncian que esto pasa desde que se hicieron las obras del AVE y el Ayuntamiento avanza trabajos de contención

Inundaciones en Chinchilla de Montearagón
Una tromba de agua en Chinchilla de Montearagón ha afectado a la carretera de Valencia, la A-30, de entrada a la capital albaceteña. Aunque no se registraron daños personales, vecinos de varias zonas nos cuentan que cada vez que llueve se encuentran en esta situación.
En Chinchilla cayeron 30 litros en apenas una hora lo que provocó inundaciones ladera abajo. Aguas que van a parar al Hondo de la Morena y Barrio de Medicina, al sureste de Albacete capital. En esa zona esta mañana continuaban las labores de limpieza.
En la urbanización del Camino del Portachuelo se han inundado casas y algunas vías que obligó a desalojar a algunos vecinos anoche. Aseguran que esto pasa desde las obras del AVE que ha perjudicado en el cauce normal del agua.
Desde el Ayuntamiento de Albacete ya han explicado que acometerán trabajos de contención, con mejora del drenaje y se afianzarán los taludes.
También permanece cortada la carretera provincial AB-300, que conecta la autovía A-31 con el Parador Nacional de Albacete.
La Diputación de Albacete ha indicado que las lluvias llegaron a superar los 45-50 litros por metro cuadrado en pocas horas.
El vicepresidente de la institución provincial y responsable del área de Obras, Fran Valera, ha visitado este martes la zona afectada junto al personal técnico del servicio para evaluar los daños y coordinar los trabajos necesarios para la reapertura segura de la vía.
"Cada vez que se producen lluvias fuertes en la zona de Chinchilla se repiten estos problemas en el paraje del Hondo de la Morena, donde la carretera AB-300 se sitúa en el punto más bajo del terreno y sufre un importante embalsamiento de agua", ha explicado Valera.
El vicepresidente ha añadido que la Diputación está a la espera de las decisiones que adopten los organismos competentes, como la Confederación Hidrográfica del Júcar o el Gobierno de España, ya que la situación se ve condicionada por infraestructuras próximas, como la autovía o la línea ferroviaria, que podrían estar dificultando la evacuación natural de las aguas.