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Detectados varios casos de gripe aviar en el Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel

Dos grullasarchivo

Redacción CMM
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El director del Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel, Carlos Ruiz de la Hermosa, ha hecho un llamamiento a la “prudencia y vigilancia”, pero también a la “tranquilidad”, tras la detección de varios casos de gripe aviar en aves silvestres dentro del espacio protegido.

Según ha explicado este martes, la situación se encuentra “bajo control” y “dentro de un orden absolutamente manejable”.

Ruiz de la Hermosa ha señalado que los primeros indicios se detectaron hace dos semanas, cuando los técnicos del parque observaron algunos ejemplares de aves acuáticas desorientadas o “atontadas”, un síntoma habitual de la enfermedad.

Desde entonces, se han recogido cuatro cadáveres de grullas y se han avistado otros cinco o seis ejemplares con comportamientos anómalos.

También hemos encontrado una gaviota reidora muerta y una hembra de pato colorado con síntomas similares”, ha detallado, insistiendo en que “son casos aislados que, por ahora, no deben generar alarma”.

El director ha recordado que según el último censo realizado hace diez días, en Las Tablas de Daimiel había alrededor de 770 grullas, una cifra reducida respecto a otros otoños debido al tiempo benévolo y la falta de frío, que está retrasando la llegada masiva de estas aves migratorias. “Todavía es pronto, las grandes concentraciones de grullas no han llegado”, ha explicado.

En relación con los brotes registrados en otros puntos del país, Ruiz de la Hermosa ha recordado que la transmisión del virus es muy virulenta entre grullas, ya que son aves gregarias que comparten zonas de descanso y alimentación.

No obstante, ha mostrado cierto optimismo: “Si el brote está en Alemania, como se ha declarado, es probable que muchos ejemplares infectados no lleguen a España, porque el virus es muy agresivo y los animales enfermos difícilmente completan el viaje”.

El responsable del parque ha destacado que se mantienen contactos permanentes con los veterinarios del Centro de Recuperación de Fauna del Chaparrillo, en Ciudad Real, y que los protocolos de actuación están activados.

“Cada vez que encontramos un ave muerta, se retira y se entierra con cal viva, como establece el protocolo sanitario. Y respecto a los animales enfermos, los veterinarios nos indican que la enfermedad es irreversible y que no se deben mover, porque al trasladarlos se puede facilitar la propagación”, ha afirmado.

Ruiz de la Hermosa ha explicado que en muchos casos los depredadores naturales, como los zorros, eliminan rápidamente los cadáveres, lo que dificulta el seguimiento de cada ejemplar.

El director ha insistido en que la población no debe alarmarse, pero sí actuar con responsabilidad. “Si alguien encuentra un ave muerta, no debe tocarla. Lo correcto es avisar al 112, que tiene el protocolo para recoger las muestras y remitirlas a los laboratorios de referencia”, ha recordado.

EFE