Ramón García denuncia una cuenta de Instagram por suplantación de identidad

Redacción CMM
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El periodista y presentador de Castilla-La Mancha Media, Ramón García, ha denunciado a Instagram la existencia de una cuenta falsa que suplanta su identidad. El perfil supera los 68.000 seguidores en la red social. Los casos de suplantación de identidad se suceden en las redes sociales y afectan a famosos y personas anónimas.

Ramón García es uno de los presentadores más conocidos por los espectadores. Desde los años noventa lo llevan viendo continuamente en televisión y desde el 2016 presenta el programa En Compañía en Castilla-La Mancha Media. Sin embargo, Ramón García no tiene cuentas en redes sociales como ha explicado alguna vez en su programa.

Instagram es una de las redes sociales más utilizadas por los españoles donde tienen cabida todo tipo de acciones. Entre ellas, algunas directamente ilícitas como la denunciada por el presentador. Un usuario ha creado una cuenta en la red social con una foto del presentador en CMM y en la que figura la palabra "oficial". En la descripción, aparece la siguiente identificación: "Conocido popularmente como Ramontxu, presentador de radio y televisión".

La cuenta sigue a 120 usuarios y tiene más de 68.000 seguidores, muy probablemente confundidos con la identidad real del usuario que hay tras la cuenta, que no tiene ninguna publicación.

La denuncia de Ramón García

El presentador ha contado a los informativos de Castilla-La Mancha Media las dos acciones que ha emprendido: los usuarios de Instagram han denunciado a la cuenta fraudulenta. La segunda, es a través de la propia red social, rellenando un formulario con sus datos personales para denunciar a la persona que hay tras la cuenta.

No se trata de un caso aislado, ni siquiera entre los profesionales de CMM. Varios de ellos han observado cómo con cierta frecuencia aparecen perfiles que simulan ser los suyos originales: mismas fotos, mismas descripciones y nombres muy parecidos. Detrás de estas prácticas existen organizaciones que tratan de captar usuarios ofreciéndoles enlaces a través de las historias de Instagram con el objetivo de que los usuarios pulsen sobre ellos. Aprovechan la confianza que les generan los personajes conocidos de los medios de comunicación para lograr sus fines, que pueden ser económicos, de recopilación de datos o de robo de cuentas.

Precisamente un robo de cuenta fue lo que vivió la presentadora de CMM, Raquel Martín Menor. Como ella misma explicó hace unas semanas en las noticias de CMM, ella misma envió su contraseña al estafador, quien se hizo pasar por un agente de Instagram. Para, a continuación, pedirle un rescate económico a cambio de devolverle el control sobre su cuenta.

Personas anónimas

Estas prácticas también afectan a personas anónimas que pueden dar sus datos bienintencionadamente. Los estafadores se suelen fijar en cuentas de redes sociales que tengan un sustancial número de seguidores, sabedores de que sus legítimos propietarios podrán verse más tentados a desembolsar la cantidad de dinero que les pidan a cambio.

Pero también afectan a personas anónimas de diferente manera. Por ejemplo, mediante la creación de cuentas falsas para que actúen como bots. Las conocidas como granjas de bots generan miles de perfiles falsos en internet que simulan ser personas reales. Estas legiones de personas fantasma son utilizadas para engordar cuentas de redes sociales, para generar tendencias en la conversación en redes, etc. Se comportan como si fueran personas reales pero son cuentas sistematizadas que siguen un patrón determinado y que puede obedecer a fines económicos, sociales, políticos, geopolíticos, etc.

En algunos casos, estos bots se nutren de imágenes de personas reales que están publicadas en internet y simulan sus propias cuentas de redes sociales para hacerlas más verosímiles. En otros casos, la suplantación puede venir por parte de personas del entorno de la víctima con la intención de ridiculizarla, menospreciarla o menoscabar su dignidad y honor. Estos hechos deben ser denunciados a la Policía porque pueden ser constitutivos de delito.

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