Los restos de un represaliado de Manzanares (Ciudad Real) son entregados a su hija

Francisco Martín Carnerero ya reposa en un nicho familiar del cementerio de Manzanares, después de casi 82 años

Alba Córdoba de la Cruz
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La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) ha entregado este sábado los restos del represaliado Francisco Martín-Carnerero, natural de Manzanares (Ciudad Real), a su hija María, de 91 años, que, según ha manifestado, ha vivido ese momento "con una intensa mezcla de emociones en las que se alternaban la alegría y la tristeza".

Casi un año después de comenzar los trabajos de exhumación en Manzanares, se han podido entregar los primeros restos a una familia. El proyecto desarrollado en las fosas de la Guerra Civil ha permitido que la familia de Francisco Martín haya podido enterrarle 82 años después.

"Parece un sueño", ha manifestado María en más de una ocasión cuando en la casa familiar ha recibido la urna con los restos de su padre y una pequeña caja de madera que contenía unos botones que aparecieron asociados a su cuerpo durante la exhumación que llevó a cabo en el cementerio de Manzanares el pasado mes de mayo, según la asociación.

María ha recordado con dolor cómo se llevaron de casa a su padre, "lo terrible que fue su asesinato y la dura vida de su familia a partir de ese momento”, y después de abrazar la urna visiblemente emocionada, su familia la ha acompañado hasta el cementerio de Manzanares donde “su Francisco” ha sido enterrado en un nicho familiar.

En el acto también han estado presentes miembros del Colectivo Memoria Histórica de Manzanares, encargados de realizar la investigación previa y promover la exhumación de las dos fosas.

José Luis de Gracia, bisnieto de Francisco y uno de los promotores de la exhumación, ha dicho que “ha sido un emotivo acto de reparación, solemne y cercano y es algo que tenía que haber ocurrido hace mucho tiempo”. Dice que María sentía tanto alegría como tristeza porque "sentir que puedes enterrar a tu padre suena extraño, pero también con la satisfacción de poder hacerlo como ella esperaba".

Francisco Martín-Carnerero Alcarazo, vecino de Manzanares y miembro de la Policía Municipal desde febrero de 1936, fue movilizado con el Ejército de la República en mayo de 1938. Afiliado a la UGT, fue detenido el 6 de abril de 1939, unos días después del final de la Guerra Civil y condenado a pena de muerte por adhesión a la rebelión en el juicio sumarísimo 2828 que se celebró el 18 de junio de ese mismo año.

Fue asesinado el 25 de octubre de 1940 cuando tenía 36 años y enterrado en una fosa común en el cementerio municipal de la localidad ciudadrealeña de Manzanares.

16 fosas comunes en Manzanares

En Manzanares hay 16 fosas comunes de las que aún queda pendiente la identificación genética.

"Esto puede servir de ejemplo para que otras familias decidan organizarse y agruparse y luchar por algo que podía ser impensable hace unos años", señala de Gracia.

EFE

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