El calor no impide que se cumpla con la tradición de beber agua de los botijos en la Catedral

Este 15 de agosto se celebra en Toledo la Virgen del Sagrario. Una tradición que atrae a miles de toledanos, turistas y visitantes hasta el claustro de la Catedral para beber agua de los botijos en el día de la patrona tal y como lo llevan haciendo desde el siglo 17. Desde mayores y pequeños, nadie ha querido faltar a la cita a pesar del sofocante calor. Tampoco las propias autoridades, desde el alcalde de la ciudad, Carlos Velázquez, al presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page. 

Según la leyenda del siglo XVII cuando finalizaron las obras de la Capilla de la Virgen del Sagrario se realizaron ocho días de fiestas en acción de gracias. 

Era tal cantidad la gente de los pueblos de alrededor y el calor que los fieles comenzaron a abandonar la catedral para refugiarse en lugares más frescos. Las autoridades eclesiásticas de la época ordenaron la construcción de tarimas para distribuir jarras con agua que venían de los pozos situados en la zona. Hay quien dice que se trata de una agua milagrosa, que otorga salud y bienestar a quienes la beben.