Una semana, un museo: Victorio Macho

Redacción CMM
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En Radio Castilla-La Mancha dedicamos estas semanas a los museos de la región. Cada semana nos centraremos en un museo distinto. El primero que protagoniza nuestra semana cultural es el Museo Victorio Macho, en Toledo.

El museo se encuentra en la sede de la Fundación de Toledo, en el espacio cultural de la Roca Tarpeya. Edificio que fue casa y lugar de trabajo del escultor Victorio Macho entre 1952 y 1966 (cuando falleció).

"Es una casa maravillosa en que podemos ver el río Tajo a nuestros pies, junto al puente de San Martín", explica Eduardo Sánchez Butragueño, director de la Real Fundación de Toledo.

El museo consta de una colección de 91 esculturas y 48 dibujos. Una de las joyas considerada más valiosa de la colección es la escultura que el escultor palentino dedicó a su madre. Realizada en tres tipos de piedra: en mármol, en basalto y en piedra caliza. 

Esta escultura sorprende por su realismo. "Mucha gente nos dice, cuando la ve, que parece que va a mirarnos o a levantarse en cualquier momento, dado el detalle que tiene de su cara, de sus facciones, de sus manos... Es una joya realizada en 1935 que invito a todo el mundo a visitar", asegura Sánchez.

"La madre", escultura de la Real Fundación de Toledo-Museo Victorio Macho

"La madre", escultura de la Real Fundación de Toledo-Museo Victorio Macho

Otra de las joyas que tienen en la colección es la escultura de la Pasionaria de Dolores Ibárruri, que realizó durante la Guerra Civil en 1937. "Es una escultura bastante curiosa en su historia porque para evitar problemas en la Dictadura franquista, Victorio Macho no sólo borró el nombre de Pasionaria del cinturón donde estaban escritas esas letras, sino que la mantuvo oculta durante toda la dictadura. Fue al final de sus días, cuando él muere y cuando su viuda nos cede a la Fundación las esculturas de su colección, cuando nos dijo que mirásemos bien en la leñera de la casa porque estaba escondida una una curiosidad. Y cuando entramos en la leñera vimos la escultura de Victorio Macho de la Pasionaria", explica el director de la Fundación. 

Cabe destacar otra de las grandes joyas escultóricas de la colección de Victorio Macho: la escultura de su hermano Marcelo, realizada en 1920. Se trata de una escultura yacente que representa a hermano muerto muy joven, "lo cual ocasionó gran dolor y gran impresión a Victorio Macho, hasta el punto de que se encerró durante meses para hacer esta escultura en mármol y en granito que gustó tanto al público y a la crítica", relata Sánchez. 

Una escultura que alcanzó bastante reconocimiento en la Bienal de Venecia en 1924, aunque estaba inicialmente pensada para ser colocada en la Catedral de Palencia. Finalmente, cuando Victorio Macho llega a Toledo en 1952, hace construir una cripta ex profeso para colocar esta escultura donde actualmente podemos verla. 

"Mi Hermano Marcelo", escultura de la Real Fundación de Toledo-Museo Victorio Macho

"Mi Hermano Marcelo", escultura de la Real Fundación de Toledo-Museo Victorio Macho

En la colección existe también una serie de dibujos que hablan de Victorio Macho no sólo como un gran escultor, sino también como un gran dibujante. Muchos de ellos hechos en carboncillo dan fe del talento de Victorio Macho como dibujante.

"Son retratos de personas, rostros, caras, desnudos, masculinos y femeninos, estudios del cuerpo humano", explica Sánchez. El director de la Fundación destaca "una serie titulada 'La raza', que muestra caracteres muy específicos del hombre de Castilla, que el representó con maestría en estos dibujos. Os animo a verlo en Roca Tarpeya".

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