El AVE Madrid-Lisboa centrará la cumbre luso-hispana de octubre

El AVE Madrid-Lisboa vuelve a ser noticia tras conocerse que los Gobiernos de España y Portugal se han comprometido este martes a impulsar los proyectos ferroviarios de alta velocidad para unir ambas capitales. Asunto abordado este martes en la reunión mantenida por el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, con su homólogo portugués, Paulo Rangel, en el Palacio de Viana de Madrid, en su primera visita a España desde el cambio de Gobierno.

Las conexiones entre los dos países y, en particular, las ferroviarias, con el objetivo común de relanzar la línea de AVE entre Lisboa y Madrid que quedó paralizada tras la crisis económica de 2008 fue uno de los temas que trataron en la reunión. 

"Tenemos que solventar esa anomalía de que dos capitales europeas no estén aún conectadas por la alta velocidad y, desde luego, cuanto antes se pueda solventar, mejor para todos y, sobre todo, para nuestros ciudadanos. Será algo muy positivo (...) España tiene especial interés", ha remarcado el ministro español en la rueda de prensa conjunta al término del encuentro.

Según Albares, para España es "exactamente igual" de prioritario el enlace Lisboa-Madrid como el de Vigo, para el que se necesita que Portugal conecte previamente su capital con Oporto, un proyecto que está en su fase inicial.

Rangel ha compartido que su gobierno concede "el mismo grado de prioridad" a las dos conexiones y que va "a trabajar en ambas al mismo tiempo para recuperar el tiempo perdido"

No ha querido anticipar cuándo podrían estar en funcionamiento ambos ramales, pero ha insistido en que para Portugal, "son fundamentales las conexiones ferroviarias con España". "Hay consenso en las dos uniones", ha añadido el ministro portugués.

Este asunto será uno de los ejes centrales de la próxima cumbre bilateral, que se celebrará el 23 de octubre en Portugal, en una ciudad que Rangel no ha concretado.

Albares ha incidido en las "excelentes" relaciones que hay entre ambos vecinos, algo con lo que ha convenido su homólogo luso, quien se ha mostrado convencido de que a pesar del distinto color de los gobiernos español y portugués, la amistad no se va a ver resentida.

"La relación con España no es la de un partido o de un gobierno, sino del Estado portugués (...) Nada tiene que ver con el color de los partidos", ha enfatizado Rangel.